No tuvo alternativa. Era resistir, aguantar la jugada y esperar el milagro. Con el marcador empatado a cero, en el duelo entre el Bragantino y el Atlético Mineiro, correspondiente a la Jornada 29 de la Serie A de Brasil, un camarógrafo recibió el impacto de dos jugadores y cayó al césped, fulminado.
La jugada ocurrió tan rápido, tan frontal hacia él, que el hombre de la cámara no tuvo escapatoria. Pasados los 41 minutos, la acción no parecía tener trascendencia al tratarse del centro del campo y con sólo un saque de banda en juego. Pero la tuvo. Sobre todo, para el trabajador de la transmisión.
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Junior Alonso, uno de los protagonistas de la pelota dividida, se llevó con el brazo al camarógrafo y la toma se perdió de golpe. No sólo fue el golpe físico, sino también el de su principal herramienta de trabajo. El árbitro detuvo por un momento las acciones, para verificar la integridad del involucrado.
Para suerte suya, el impacto quedó en eso: un destino inevitable, pero sin consecuencias graves. Minutos después, el Bragantino se puso adelante en el marcador ante el Atlético Mineiro y dejó atrás el capítulo con el hombre. No obstante, la caída quedó registrada durante la transmisión en vivo.
AH