Aunque más tarde se abriría el marcador a favor de Italia, el cero pudo haberse roto desde minutos antes, previo al final de la primera parte del encuentro inaugural entre los locales y Turquía, celebrado en el Olímpico de Roma.
Una mano que parecía clara no la contó el VAR, después de analizarse una repetición que invitaba a que el árbitro central Danny Makkelie, de Holanda, señalara el manchón penal para que la Squadra Azzurra pudiera irse al frente antes del descanso.
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Fue un primero tiempo con más oportunidades para los italianos, que tenían también mayor posesión de pelota y volumen de juego, pero frente a ellos estaba el muro turco que buscaba ataca al contragolpe.
En un encuentro cerrado parecía que el gol sólo podia llegar con un balón parado, disparo lejano o una genialidad.
Al minuto 44, Leonardo Spinazzola desbordó por izquierda para meter el centro al área de los otomanos, pero el zaguero Zeki Çelik, en su intento por tapar ese servicio, hizo contacto con la mano en la pelota, lo que de inmediato reclamaron los italianos como mano.
Incluso el jugador turco escondió la mano inmediatamente después de haber hecho contacto con la pelota.
El silbante espero indicaciones por la comunicación cerrada, la cual fue no señalar ni revisar más tiempo la jugada polémica con la que se fueron al descanso ambos equipos.
Ya en la segunda parte, Merih Demiral cometió un autogol y así Italia se fue al frente en el marcador, lo que abrió el partido y dio pie a que Turquía buscara más el área rival, aunque fue la Azzurra la que tuvo más la pelota y fue más incicvo para buscar el segundo.
Al 65', Ciro Immobile lo consiguió tras un rebote que otrogó el portero para hacer más complicado el encuentro para los turcos.
Después, en un error en la salida turca, en tres toques, Italia consiguió el tercero por medio de Lorenzo Insigne, a pase de Immobile, al minuto 78.
FDR