El instrumento eran sus piernas. Diego Armando Maradona tuvo dos pinceles pateando el balón. Esa zurda puso colores inimaginados sobre el lienzo verde. El motivo siempre fue la pelota y el futbol. Después partió el artista. Y él mismo se convirtió en origen de expresiones que se plasman en pared, piel, tela, pentagramas y cualquier rincón, desde Fiorito hasta Moscú, donde quepa una partícula de magia de El Diez.
El ejército de Diego lo recuerda. Lo devuelve a la vida con obras rodeadas de tonos, lágrimas, aplausos, bengalas, como cuando el capitán argentino jugaba, les pintaba cara a los rivales, cobraba venganza, regalaba alegrías a un pueblo lastimado y salía de problemas como si fuera una doble marca inglesa, incluso driblaba a la muerte. Hasta que “se mudó a otro barrio”, como dice el músico Rubén Blades. Los artistas de Maradona lo elevan aún más a la inmortalidad.
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Maradona: su vida en mosaicos
Suena algo de rock argentino entre esas paredes azules que dan forma al estudio. El Indio Solari le pone ritmo al minucioso trabajo de Paula, Gabriela, Gonzalo, Ezequiel y Facundo, El Comando Maradona.
La paciencia es virtud en su trabajo: “Es mosaico y el material son las venecitas, es el revestimiento que se puede encontrar en los baños, en las piletas (albercas)”, cuenta Gonzalo, mientras Gabi construye el rostro de El Pelusa y Paula ríe al sujetar el móvil para entablar la conexión entre Ciudad de México y Buenos Aires. “Este mural mide 1.80 por 1.60 metros. (...) Tenemos como objetivo poner el máximo número de lugares con Maradona, lo hacemos todos los días 25, fecha de su partida”.
Los lugares los elegimos a partir de la historia de Maradona, por eso hemos puesto en La Boca, en La Paternal —cancha de Argentinos Juniors—. Maradona está presente en todos lados. Tratamos de recorrer su historia. Queremos ir al hospital Evita, donde nació... Nuestra tarea es tratar de maradonizar al mundo”, comparte Gonzalo.
Los trabajos los auspician distintos actores sociales, culturales, barriales, deportivos. El colectivo nació primero para plasmar en las paredes la historia de su país, parte de la argentinidad que va desde las guerras, la independencia, las ideologías políticas y los héroes deportivos: Perón, Evita, Fangio, Gardel, Diego.
Somos Comando Maradona, pero somos el grupo Mosaico Nacional, tratamos de trabajar con la historia popular de nuestro país, son el fundamento de nuestras obras y Diego atraviesa la historia nacional”, describe. “Maradona es todo para nosotros. Es nuestro héroe. Es quien vino a enseñarnos que la alegría del pueblo es posible”.
La colocación de los murales hechos con mosaicos se convierten en una fiesta. La gente rodea la obra, una banda toca las canciones más emblemáticas de Diego, hay cánticos, baile, comida, figuras que estuvieron en la vida de El Diez y que acuden al tributo para volver a sentirlo cerca. “Generamos un punto de encuentro entre Maradonianos y Maradonianas”.
Para nosotros Maradona no se murió, está vivo en el pueblo, en los murales, en los potreros, en los pibes (...) “Su arte de jugar a la pelota le dio a los argentinos alegría”, acepta Gonzalo.
—El arte que Maradona hizo con los pies, ustedes lo plasman con sus manos.
—Nosotros transformamos todo ese dolor y la bronca de su muerte.
—¿Han pensado hacer mosaicos en otros países?
—Sí. Tenemos contacto con gente en Nápoles y Barcelona.
—¿Qué le dicen a los maradonianos mexicanos?
—Que quieran a su país, que México es un país hermoso, que defiendan lo suyo, que siempre hay una chance para entender y comprender que el país lo hace su pueblo.
—¿Cuánto tiempo más harán estos mosaicos?
—Toda la vida, compañero. Toda la vida. Ojalá que no me alcance la vida para terminar de homenajear a Maradona. Y ojalá que esto inspire a otros para hacer lo mismo o sumarse a Comando Maradona.
Maradona: la tinta, la copa y la piel
Yeyo Molina llegó al mundo con la Copa del Mundo, al mismo lugar: Argentina. Nació en 1986 y creció con los relatos de quienes vieron jugar al ‘Barrilete Cósmico’. En el barrio se juntaban con los chicos en la plaza, en Quilmes, para patear la pelota y darse las primeras trompadas por decidir quién sería Maradona en esos partidos en la plaza.
"Pedía prestada la pelota para hacer lo mismo que él, pero no, mejor eso se lo dejamos al Diego”, cuenta, confinado desde Buenos Aires, el tatuador que no pudo pintarle la cara a los rivales en la cancha como su ídolo, pero plasma el rostro del astro del futbol en la piel de las personas que llegan a su estudio pidiendo lo mismo que le vieron a futbolistas como Marcos Rojo, Rolfi Montenegro, Kitu Díaz, Lucas Ocampos, Sebastián Sosa, entre otros, que presumen en el cuerpo una imagen de El Pibe de Oro.
El estilo se llama realismo y es muy fuerte mundialmente. Es una técnica muy difícil y por eso me gusta”, cuenta mientras toma algo de mate y lidia con una mosca que le distrae de la pantalla. “Depende la foto y el tamaño, pero tardo de seis a siete horas en hacerles el rostro de Maradona, a veces a color. La idea es nunca repetir una imagen. Tengo fila de citas de casi 250 personas en espera”, presume Yeyo, hincha de Independiente, padre de dos hijos y pareja de Romina, quien le ayuda a la conexión y los asuntos de la tecnología.
Lo que Yeyo hace en la piel es una calca. En su cuenta de Instagram muestra los tatuajes terminados de Diego Armando Maradona y las fotografías en las que se basó para marcarles las piel a sus clientes. Impresiones en la epidermis.
Aumentó la demanda de tatuajes de Maradona por su muerte. La imagen que más me han solicitado es la de Diego levantando la Copa, después uno se pone a mirar el abanico de Diegos que tenemos desde que era chiquitito, que lo llamaban Pelusa, ese es el que más me identifica, de esa manera lo retengo en mi cabeza, es el Diego más puro que hubo, el más inocente”, revela, recordando el momento en el que aquel pibe sólo quería jugar un mundial y ganarlo. Misión cumplida.
Desde niño dibuja. Recuerda que al salir de la escuela, le firmó un guardapolvo (delantal) a su mejor amigo, como es costumbre también en México. Pero no sólo escribió un mensaje, dibujó un Maradona en toda la espalda. Después se pasó a la piel. Autodidacta, tatúa desde los 14 años, después de experimentar esa sensación de no tener vuelta atrás a una creación suya en el cuerpo.
Y casi 20 años después muere Maradona, a quien inmortaliza, con responsabilidad única: “Hoy tengo la suerte de estar retratando mucho y muy seguido a Diego (...) “Estos trabajos son los que te catapultan o te sepultan. Es una exigencia altísima”.
El valor de los tatuajes de Yeyo va desde el detalle y la pasión que la han hecho viajar por el mundo. Visitó México a petición de los jugadores de Tigres, Nahuel Guzmán y Guido Pizarro, a quienes les marcó la piel junto a otros futbolistas felinos. “Mi religión es el futbol, y en mi religión Dios es el Diego, pero es un juego de palabras, aunque muchos lo lleven a un lado eclesiástico”, cuenta.
Yeyo escucha reggae en su estudio, habla con sus clientes sobre Maradona, mira videos de su ídolo y las sesiones se pasan más rápido cuando el tema es el eterno capitán argentino. Pero hay una responsabilidad también en casa: decirle a sus hijos quién fue El Diez. Su explicación es tan precisa como sus retratos: “Diego es el superhéroe que todos queríamos ser”.
La pintura que gambeteó a México
Maradona toma velocidad desde Buenos Aires hasta la Ciudad de México, pero inesperadamente hace un recorte, como cuando tenía la pelota en sus pies. De una línea recta vira hacia el lado menos pensado. Así, El Diez llegó hasta Marruecos, en forma de pintura creada por Carmen Morales, que con el Diego jugador comparte las patadas que la vida reparte desde los tobillos y hasta las entrañas.
En octubre de 2018 pasaba por una situación medio compleja y dije: ‘algo tengo que hacer con mi vida’. Compré unos acrílicos y una pinceleta e hice mi primer cuadro, sin estudiar ni nada. Y me di cuenta que me hacía bien y empecé a canalizar mis emociones pintando”, cuenta Carmen, con una calma que contrasta con el pasado que le hizo entrar en sombras, vivir el drama, como El Diego, pero con el rescate que fue la pintura, como lo fue para él jugar a la pelota.
Después de esos primeros cuadros, una amiga le presentó a un pintor en Estados Unidos que la llevó a exponer en Orlando, Florida, donde logró vender una obra por primera vez. Después en Uruguay y Argentina expuso también. Ahí Carmen comenzó a trabajar en forma, y a darse a conocer con ‘en vivos’ por Facebook, donde pone la cámara, algo de música y pinta para sus seguidores. “Los trabajos que hago trato de hacerlos con una fuerte carga emocional. Pintar por pintar no le veo mucho sentido”, dice.
Al publicar su arte en redes sociales, empezó a repartir su arte por varias partes del mundo: España, Puerto Rico, Estados Unidos. Y llegó el pedido de un cuadro de Maradona, días después de su fallecimiento. Un empresario se lo encargó para venderlo en un restaurante en la Ciudad de México, pero su destino cambió a Marruecos, hasta donde pudo saber la autora del cuadro, que cree compartir tanto con El Diego más allá de la bandera: la pasión y la tragedia.
Desde muy chica tuve contacto con la tragedia. Vivía una vida muy difícil en general, tratando de salir adelante, y creo que lo logré”, comparte Carmen, y enlista los abusos, secuestros, pérdidas y un matrimonio convertido en pesadilla. “Hay mucha gente que no encuentra su pasión. Yo agradezco a Dios haberla encontrado, porque es donde canalizo mis emociones, me hace feliz, me libera. Maradona tuvo una vida muy difícil, y encontró en la pelota su pasión y pudo realizarla y hay mucha gente que no lo logra. Por eso digo que el arte me salvó la vida”.
—¿Qué emociones experimentaste al pintar a Diego?
—Soy argentina, viví el Mundial y ‘La mano de Dios’. Diego significa para la Argentina mucho más que eso. Yo no estoy de acuerdo con sus errores, pero sí nos dio algo que no se va a poder repetir: felicidad y ese sentimiento de venganza, si se puede llamar de esa manera. La muerte de Diego también me dolió porque uno es argentino y siente mucho esas cosas. Creo que estaba llena de un montón de sentimientos en el momento justo en que lo hice (el cuadro).
—¿Qué significa Diego para Carmen Morales?
—Es único, no hay nada que lo pueda suplantar ni nada. Lo que él nos dio a los argentinos es algo que no tiene nombre, es algo que te acuerdas y el pecho se te aprieta, son muchas emociones. Esa forma de llevar la sangre argentina y la bandera dentro de su alma. Demostrar eso con su forma de mirar, con su forma de hablar, de jugar, la energía… jugaba con la sangre, con el país, no era un jugador de futbol que quería ganar un partido, nos hacía sentir que llevaba a toda la Argentina dentro de su pecho. Creo que en eso coincidimos todos los argentinos.
El Diez mueve los hilos y las cuentas
“Glam es un pesado, pero nadie se hace cargo de él”, dice Leila, que pausa la charla para abrirle la puerta al gato que debería cuidar su hermano, pero del que se hace cargo ella, además de Truco, el otro felino de la casa. La joven bonaerense cuenta que abandonó la carrera de derecho por la pasión de bordar, con cuentas, hilos y chaquiras, materiales con los que confeccionó un parche de Maradona cuyo video recorrió toda América Latina. Los pedidos, agradecimientos y cumplidos llegan por las redes sociales. “Un amigo me pidió permiso para compartirlo en un grupo de Facebook. No sabía que me iban a llegar tantas notificaciones: ‘¿En cuánto está?’, ‘Felicitaciones’, ‘Me hiciste llorar’...”, comparte.
Leila se pone la camiseta de la selección de Argentina, como si fuera a saltar a la cancha. No canta el himno, pero lo que hace es igual de patriótico como si lo entonara. Así lo siente, emocionada, se sienta para sentir cada puntada como si anotara un gol con la Albiceleste, al darle vida a un Diego que brilla en la tela casi como lo hizo en la cancha. “Sentí que algo tenía que portar con los colores de nuestra bandera, porque además de que era un desafío, sentía que tenía mucha carga sentimental para quienes lo fueran a ver y para mí también”.
Tardé 15 días hábiles en hacerlo y está sobre una base de tela. Yo pongo el diseño y empiezo a bordar sobre el dibujo. Lo primero que hice fue la cara y dejé lo más fácil para lo último, porque si la cara estaba mal hecha, la vuelvo a hacer”, explica, mientras sorbe el mate y se escuchan los maullidos de los gatos.
Es aficionada de River Plate, eterno rival de Boca Juniors, el amor eterno de Diego Armando. Pero los colores se juntan para crear, bordar el rostro más visto de un ídolo que físicamente ya no está.
Me pareció un desafío ese pedido. Me hizo repensar qué significa para mí Maradona, porque capaz que no está tan presente en mi vida, pero es un símbolo nacional, más allá de que unos digan que no, porque puede ser, pero tú dices Maradona y todos saben de quién estamos hablando (...) Él fue el que me hizo resignificar el futbol y tenerlo en otro nivel, con otra significación, completamente diferente, no sólo como un deporte sino —parece cliché, pero sí— como una pasión”, comparte la joven que busca conceptos en el aire, palabras que no alcanzan para describir momentos y sensaciones.
No fue sólo un trabajo más para Leila, que ahora estudia gestión cultural y dedica su tiempo a bordar otros diseños. Pero ese Diego de cuentas y chaquiras le cambió algo dentro: “Cuando lo terminé, me cayó un peso. Me emocioné. No era sólo terminar un trabajo, sino era tener un montón de significados que estaban metidos acá”, dice, como si hubiera metido un gol.
Y Maradona sigue dando lecciones: “Al morir él, uno siente, como fanático de Maradona, que una parte se fue de nuestro país, con él murió algo más, como su esencia. Lo mejor que aprendí es que nosotros morimos cuando nos olvidan, y a él no lo vamos a olvidar nunca”.
Mi Capitán, un himno a Diego
“¿Sabes lo que estoy buscando? La camiseta de Dorados”, escribe Bary, el vocalista de Neptuno Rock, al recibir un mensaje del periodista mexicano. “Maradona unió culturas: Napoli, Sinaloa, Buenos Aires, Sevilla, Barcelona, Rosario…Imagináte que hoy estamos hablando gracias a él. Es loco”, agrega, antes de pactar la videoconferencia, en la que saca la guitarra, muestra una sudadera de la Selección Mexicana y comparte junto a Nicolás (bajista) y Matías (guitarrista) detalles de la canción ‘Mi Capitán’, escrita por el ex delantero de Boca Juniors, Héctor Bracamonte.
Braca, como lo llaman, dio vida a la pieza cuando jugó en Rusia, junto a Fernando Cavenaghi, una noche que tomó la guitarra y salieron los acordes, la letra, aunque el autor le da todo el crédito a El Diez: “La hizo Diego”, dijo en TyC Sports en 2016, cuando la estrenó en televisión.
La canción la hice hace 20 años casi, en el 2004”, comparte Bracamonte por mensaje, porque decide “salir del juego de las notas”.“Los chicos de Neptuno Rock la quisieron grabar en una versión más murguera y me pidieron si podía estar ahí también grabandolá con ellos y obvio un placer”.
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Bary aparece en la pantalla. Después lo hacen Nico y Matías. Abren la intimidad de aquel momento de grabación junto a Braca, para rendir tributo a Maradona a ritmo de una melancólica guitarra y las festivas percusiones.
Diego se encargó de dar felicidad a todos los argentinos. Esta canción refleja eso, empatizas y emociona. Me genera esa sensación de quererlo abrazar. Ese legado que dejó y la canción lo refleja. Creo que es un himno sobre un hombre que hizo muy feliz a los argentinos”, cuenta Nicolás, el bajista de la banda y lo secunda Matías: “Es una canción simple, emotiva. Te conecta un montón con lo que fue Diego”.
Una tarde te colgaste en el cielo de los nuestros
Las filas del invasor con su reina se rindieron
Fuiste como el comandante profeta en otra tierra
Libre el sur el norte hoy te prepara una vendetta
Es una de las mejores letras que hay. Si escuchas todas las canciones del Diego esta es de las mejores. Braca la clavó en el ángulo con esta canción”, agrega Bary, quien pone la voz a dueto con el autor en la versión que ahora suena en Spotify y Youtube.
Los arreglos y las percusiones estuvieron a cargo de Pablo Pugliese, apodado ‘El Bestia’, quien le imprimió una rítmica rioplatense, de carnaval, a una canción que en guitarra suena más melancólica. Pero Diego era más alegría. La canción es Maradona.
Nos pasó la canción por ahí de marzo. La trabajamos todo abril. Grabamos primero las guitarras, el bajo, las voces de referencia, después las percusiones las grabó El Bestia con gente de la Bersuit (Vergarabat) y en mes y medio tuvimos el producto final”, comparte el vocalista.
Héctor Bracamonte la tocó en vivo para ESPN argentina a razón de los seis meses de la muerte de Diego Maradona. Un día después, se lanzó la canción y el video que grabó el autor con Neptuno Rock. La pieza llegó a los oídos de las hijas de Diego Maradona, Dalma y Gianinna.
Eso fue una locura, saber que les llegó a ellas, saber que la vamos a tocar en un programa de radio donde trabaja Dalma. Son cosas que nos ponen muy felices”, dice Bary. “Es muy loco ver tanto, en tan poco tiempo. Tiene que ver cómo se manejan las cosas en las redes, cómo llega tan rápido todo y uno se adapta a estas cuestiones”, menciona sorprendido Matías.
Por esas fronteras que rompe la tecnología, ‘Mi Capitán’ se escucha en el mundo: Argentina, Chile, Uruguay, España, México,Colombia, Bolivia, Estados Unidos, Paraguay, Italia, Ecuador, Perú, Costa Rica, Ecuador, Brasil, Australia, Francia, Israel, Canadá, Suiza, Alemania, Reino Unido, Andorra, Bélgica, Holanda, Guatemala, Honduras, Rusia, Suecia, República Dominicana, Malta y Polonia. Y contando.
Braca vino abierto y dijo: ‘hagan lo que ustedes quieran’. Se lo destruimos todo y obviamente lo invitamos a cantar”, dice Bary, con risas, antes de tomar la guitarra y mostrar la tonada, sencilla, como hacía ver su juego Maradona, pero con la emoción en cada vibración de cuerda y cada palabra de la letra.
Y hoy estas aquí, pibe de oro aún existes
Tu tatuaje está, no se borra lo que hiciste
Tu barco partió y mil guerras vos venciste
Sos el capitán de mis días más felices
Maradooo… Maradooo... Maradooo…
—¿Cuál creen que es el alma de la canción? La letra, el ritmo, los arreglos...
—Maradona —coinciden Bary y Nicolás. —Si te fijas en la letra, lo va describiendo totalmente.
—¿Qué les dijo Braca con el resultado final?
—Nos agradeció por la pasión, el amor y el respeto que le pusimos. Este fue un trabajo hecho con todo el amor y él sentía eso. Que fue tomado con la responsabilidad de hacer algo con amor, no por otro lado, no con otro interés. Él sintió que en Neptuno encontró eso para hacerle este homenaje a Diego. Ya es uno más de Neptuno Rock —Explica Nicolás. —Ahora no podemos sacarnoslo de encima —Bromea Bary, con la confianza que ya existe con el exjugador de Boca Juniors.
—¿Cómo vivieron la pérdida de Diego?
—Yo la sigo viviendo —dice Bary, con el cambio inmediato en su voz, como si el rostro se le nublara. —No me levanté del sillón tres días. No lo podía creer. Muy triste. Es impresionante que no lo hayan cuidado, tenían todas las condiciones para cuidarlo, no puedo creer que lo hayan abandonado. Es una pena que haya terminado así.
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El Diego se creó, se destruyó y se transformó. Los artistas de Maradona lo regresan a la vida con sus creaciones, que además de éstas se unen los murales a puro aerosol o brocha, los poemas, cuentos y escritos, entre otras expresiones artísticas motivadas por El Diez. El arte que nació en la cancha se mira, siente y escucha por el ingenio de maradonianos y maradonianas tocados por La Mano de Dios.
—Por Francisco Domínguez