Sí, pero no: Estados Unidos anunció que abriría las puertas a los viajeros extranjeros que estuvieran vacunados contra el coronavirus, aunque cerrarán el paso a partir de noviembre a quienes hayan recibido Sputnik-V, lo que ha causado molestia y hasta acusaciones de discriminación y de tratar de politizar la lucha contra el Covid-19.
Estados Unidos está ya dispuesto a abrir sus fronteras a viajeros inoculados contra la nueva enfermedad, aunque excluyen a quienes hayan recibido el medicamento creado por Rusia (cerca de 300 mil rusos visitaron EEUU en 2019).
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¿Hay complot contra la Sputnik-V?
Para muchos, se trata de un plan para golpear a los fabricantes de Sputnik-V, quienes aseguran que su vacuna es una gran herramienta contra la pandemia, pero que ha sido superada por los fármacos occidentales y chinos por su limitada aceptación y lentitud en su suministro.
El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) afirma en un comunicado que la vacuna no sólo ha sido aprobada en 70 países, sino que su eficacia y seguridad han sido confirmadas, por lo que “nos oponemos a los intentos de politizar la lucha mundial contra el Covid-19 y de discriminar las vacunas eficaces para obtener beneficios políticos o económicos a corto plazo”.
No obstante, Estados Unidos exige que la mayoría de los no ciudadanos que deseen entrar a su territorio sean inoculados con vacunas aprobadas por su Administración de Alimentos y Medicamentos o, mínimo, por la Organización Mundial de la Salud: Pfizer, Moderna y otras desarrolladas por empresas chinas como Sinopharm y Sinovac.
Sputnik-V no ha sido aprobada por la OMS, que suspendió su proceso de revisión al alegar su preocupación por las prácticas de fabricación en las plantas de Rusia y por la posibilidad de que la vacuna no pueda producirse de forma consistente y con el nivel necesario.
Kirill Dmitriev, director de la RDIF, afirmó que “varias empresas de la ‘Gran Farma’ intentan intencionadamente, por rivalidad competitiva, restringir a Sputnik y absorber los mercados”.
¿Dos clases de viajeros por Covid-19?
Las nuevas normas estadunidenses también afectarán a unos 448 millones de personas que han recibido dosis de Sputnik-V y que estuvieron destinadas a países de bajos ingresos. Otra vacuna que no ha sido autorizada es la india Covaxin, de la que se han comprado 560 millones de dosis, la mayoría en India, y cuyos receptores tampoco podrán visitar Estados Unidos a partir de noviembre.
La medida de EEUU y otras similares puedan crear dos clases de personas vacunadas, según expertos: Una que pueda viajar libremente y otra que no, por lo que en Rusia y otros países ya han empezado a ofrecer viajes al extranjero para vacunarse con fármacos aceptados.
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EG