Era 2008, como un acto religioso y al terminar la escuela los niños corrían a casa a comer, a buscar una moneda de un peso mexicano en cualquier rincón, para luego salir a la calle a perseguir los fuertes sonidos que emitían unas peculiares máquinas instaladas en las tiendas de abarrotes: silbatazos, gritos de gol, la narración de Enrique Bermúdez y los comentarios de Ricardo Peláez Linares provenientes del FIFA 2006.
Habían pasado un par años desde que se liberó esa edición, pero todavía tenía la misma popularidad que al inicio, era el favorito entre los fans y con solo un peso el aparato brindaba siete minutos de juego, tiempo suficiente para completar un partido de dos jugadores con el mínimo de duración y hasta con tanda de penales (en caso de empate).
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El volumen envolvía a los espectadores que esperaban su turno para participar, escuchaban atentos los apuntes del ‘Perro’ y del ‘Cabecita de oro’, que comenzaron con esa edición del videojuego su aventura en esta exclusiva trinchera del futbol.
Solo unos cuantos entendían la enorme labor que había detrás para llevar las voces de estos históricos personajes del futbol mexicano, poco más de tres lustros después Peláez cuenta en entrevista exclusiva con Heraldo Deportes los detalles del trabajo.
“Fue algo maravilloso. Eran grabaciones largas de días completos con comentarios muy simples, hay una computadora que los va catalogando, pero tenía errores, luego se fue perfeccionando”, explicó. “Lo más difícil fue la primera grabación, que era el contenido grande: los nombres de los jugadores, después lo vas enriqueciendo año con año (…) una experiencia inolvidable, algo que quedó grabado en la memoria de muchos jóvenes, niños en aquel entonces”, agregó.
En el mercado digital todavía hay personas que buscan esa versión del FIFA, que tenía en su portada para Estados Unidos y Latinoamérica a Ronaldinho, Omar Bravo y Freddy Adu, se recuerda con nostalgia una época muy linda de la infancia.
“Fue un orgullo, unas de las cosas más maravillosas que me han pasado dentro del futbol”, concluyó Ricardo.
Por Dave Ramos