El bullying es uno de los problemas más severos y frecuentes en la escuela; no sólo en la República Mexicana, sino también alrededor de todo el mundo. Es un tipo de acoso que traspasa barreras, incluso suele trasladarse a otros espacios más allá de las aulas: por ejemplo, las redes sociales. ¿Crees que tu hijo sufre de ello? ¡Pon manos a la obra para erradicarlo!
Si notas que tu hijo ha sufrido una decaída anímica producto de lo que le sucede en su escuela, y cada vez más le genera menos interés acudir a clases, quizá podría estar sufriendo bullying. Busca dialogar con él para apoyarlo, con tal de que evitar que oculte sus sentimientos. Se trata de cobijarlo y extenderle tu confianza para eliminar la violencia.
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Estos tipos de actos negativos habrían de ser ocasionados por sus propios compañeros, o tal vez por estudiantes de grados más avanzados. El bullying consiste en insultos, amenazas, burlas, golpes y humillaciones en contextos públicos o canales de comunicación privados; de modo que ataca directamente a la integridad física y mental de tu hijo. No dejes de prestarle atención a su salud.
¿Cómo reconocer que tu hijo sufre bullying en la escuela?
La escuela debería ser un lugar seguro para tu hijo; tendría que significar ese sitio donde tenga la posibilidad de interactuar y relacionarse sanamente, además del espacio en que logre adquirir diferentes conocimientos científicos que lo lleven a crecer como profesional en la vida cotidiana. No obstante, no siempre simboliza esto.
La inseguridad es una de las alertas más reconocibles en las víctimas de bullying, acompañada de muestras palpables de violencia como heridas y lesiones. Como padre de familia, si te das cuenta de estos problemas no dudes en hablar con él y reportarlo con las autoridades directivas correspondientes para acabar con la reproducción de tales conductas nocivas.
Si tu hijo es incapaz de continuar al margen de los asuntos académicos, ya sea porque te ruega faltar muy seguido o ha disminuido considerablemente sus calificaciones, ahí hay otro foco rojo. Si se separa de sus amistades, exhibe un accionar extraño en Internet, deja de comer o tiene problemas para dormir, podría estar al acecho del bullying. ¡Por favor, ayúdalo!