Directo, crítico, mordaz en sus comentarios y parte de la nueva generación de periodistas de TV Azteca como Christian Martinoli, Carlos Guerrero y Carlos Aguilar, El Zar del Boxeo, este comentarista deportivo estuvo a nada de renunciar a su carrera profesional para irse a estudiar a Liverpool, pero José Ramón Fernández se lo impidió para convertirse ahora en la máxima autoridad del Exatlón México.
Pocos o casi nadie se imagina ahora que sin duda una de las más grandes estrellas de TV Azteca en la crónica deportiva iba a renunciar, hasta que el mismo José Ramón Fernández, a quien considera su maestro y al que le debe su carrera, se lo impidió para luego llevárselo a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, donde con sus emotivas narraciones se ganó el cariño del público, que lo recibió con los brazos abiertos como la máxima autoridad del Exatlón México.
Te podría interesar
Iba a dejar TV Azteca para irse a estudiar a Liverpool
En entrevista para el canal de YouTube de Javier Alarcón, quien ahora es la máxima autoridad del Exatlón México reveló que cuando trabajaba en TV Azteca estuvo a punto de renunciar, pues hubo otro sueño que se cruzó en su camino luego de que se ganó una beca para irse a estudiar una maestría en Industrias del Futbol en la Universidad de Liverpool. Afortunadamente, José Ramón Fernández se lo impidió.
“José Ramón es mi gran maestro. El hombre que forjó mi carrera. Yo me gano la beca, era previo a los Olímpicos de Atenas 2004. Yo sabía que una oportunidad de esas no la podía dejar pasar. Yo ya sentía que necesitaba estudiar esa maestría, tener una experiencia internacional, porque de lo contrario me iba a estancar. Dije: ‘Me acabo de ganar esta beca y me voy a ir’. Yo iba dispuesto a entregarle la renuncia y José Ramón me dijo: ‘No vas a renunciar, te voy a apoyar. Voy a encontrar la manera de apoyarte’”, afirmó.
Sin merecerlo, se convirtió en leyenda y máximo autoridad
Y sí, así lo hizo, tanto que Antonio Rosique reconoció que “dicho y hecho: Fuimos a los Olímpicos. Tuvo el gran detalle de invitarme, sin que yo me lo mereciera, a la ceremonia de clausura, y darme 10 minutos al micrófono, como si fuera una despedida”. Pero no. Me fui a estudiar. Nunca me hizo renunciar. Nunca tramitó mi baja. Al contrario, al mes y medio me dijo que mandaba un dinero extra, un pequeño sueldo para que yo le mandara unos reportes para Los Protagonistas de la Tarde, En realidad, me dio una segunda beca, apoyó mi sueño, y luego me convirtió en corresponsal”.
Luego de todo eso, finalmente Antonio Rosique decidió incursionar en los reality shows, convirtiéndose en la máxima autoridad del Exatlón México, al que le ha dado un toque especial no solo con sus coloridas y muy descriptivas y emotivas crónicas, sino incluso cierto prestigio con su personalidad que es reconocida y respetada por los mismos atletas: “Yo con José Ramón solo tengo agradecimiento, solo tengo un cariño entrañable. Sin José Ramón yo no estaría aquí. Me forjó como el profesionista que soy. Me enseñó a jugar las grandes ligas”, culminó.