La historia del boxeo, sobre todo aquella que guarda relación con los pugilistas mexicanos, guarda consigo una camada de contrastes dignos de mencionar. Por tal motivo, a continuación se revelarán detalles en torno a este boxeador que solo era superado por el gran Julio César Chávez pero que, sin embargo, terminó su vida como indigente en la calle.
Durante su época más grande en el profesionalismo, Julio César Chávez llegó a ser considerado el mejor a nivel mundial gracias a las habilidades con las que contaba en el ring y a la forma en cómo derrotaba a sus rivales sin importar si estos eran mexicanos o, bien, venían de otro país a lo largo del globo terráqueo.
Te podría interesar
En ese sentido, durante la década de los años 90’s existió un boxeador mexicano que tenía todo para compararse con El César en el ring, que llegó a defender su título mundial en infinitas ocasiones pero que, al término de su etapa como profesional, tuvo problemas tan grandes que lo hicieron terminar como indigente en la calle.
El Mago, el “indigente” que era superado por Julio César Chávez y terminó en la calle
Miguel Ángel González fue un boxeador profesional nacido el 15 de noviembre de 1970 en la Ciudad de México, más precisamente en la Colonia Roma. Sus virtudes arriba del ring se mostraron desde que era pequeño, por lo que una vez consumada la edad suficiente para boxear logró adjudicarse más de 65 combates en el ámbito amateur con 63 triunfos y tres derrotas.
Con 18 años de edad, el Mago González inició su carrera profesional en enero de 1989. Tras algunos años en México, González tomó la decisión de mudarse a Japón, país en el que logró desarrollarse aún más como luchador y en donde mostró las cualidades en el ring que lo hicieron convertirse en uno de los mejores dentro de la baraja azteca.
Después de tres años en el profesionalismo, el Mago obtuvo su primera oportunidad por el título mundial venciendo al colombiano Wilfrido Rocha, convirtiéndose, así, en uno de los mejores de aquel momento toda vez que defendió este durante los próximos tres años a través de diez defensas por el título exitosas.
Miguel estaba en la cima de su carrera e, incluso, había expertos que lo ponían solamente un peldaño debajo de Julio César Chávez. El capitalino alcanzaba así el estrellato de su carrera; sin embargo, todo se vino a la ruina tiempo después.
Tras caer ante Óscar de la Hoya y empatar frente al propio Julio César Chávez, la carrea del Mago vino a menos hasta su retiro en 2006, cuando venció en su última pelea a Ulises Duarte en Veracruz.
Una vez consumado el retiro del Mago, todas las personas amantes de su boxeo lo perdieron del radar hasta el año pasado, cuando desafortunadamente este fue encontrado en la calle como indigente a través de un video que circuló en las redes sociales en el que mostraba las adicciones a las que se sometió. Miguel Ángel recibió una rehabilitación de seis meses y, una vez recuperado, retó a Julio César a un nuevo combate de exhibición para definir al ganador tras el empate obtenido décadas antes.
Esta es la historia del Mago González, un pugilista que llegó a ser de los mejores al interior del país y que, tras pasar un tiempo en la calle, se dice listo para recuperar la vida que llegó a tener dentro y fuera del ring.
AC