A lo largo de la historia, México ha sido cuna de grandes gladiadores del cuadrilátero, pero sin duda el más reconocido es Julio César Chávez. La grandeza del "César del boxeo" llegó a tan alto nivel que en su extensa lista de victorias destaca un campeón invicto que llego a México y salió humillado.
Para muchos, el sonorense Julio César Chávez es considerado como el deportista mexicano más exitoso en la historia de nuestro país, pues no solo obtuvo importantes victorias con leyendas del pugilismo, sino que puso en alto el nombre de México.
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Aunque ya existía una cultura del boxeo, el salto a la fama que tuvo JC permitió que millones de personas, entre ellas varios promotores y empresarios, voltearan a ver al talento azteca, por lo que podría decirse que Chávez fue un parteaguas en este deporte.
En los primeros años de su carrera, Julio alcanzó un récord de 87 peleas ganadas y un solo empate ante el estadounidense Pernell Whitaker, pelea que se desarrolló el 10 de septiembre de 1993 en San Antonio, Texas.
Enfrentamiento que dejaría tocado al mexicano, pues un año después registraría su primera derrota, el choque se dio en contra del también estadounidense Frankie Randal el 29 de enero de 1994 en el MGM Grand de Las Vegas.
Pese a que tuvo varios tropiezos: derrota conta Óscar de la Hoya en dos ocasiones, conta Willy Wise, contra el ruso Kostya Tszyu y contra Grover Wiley, el gran César acumuló un récord de 107 victorias (86 por la vía del knocaut y 21 por decisión), 6 derrotas y solo 2 empates.
El campeón invicto que fue humillado por Chávez
Entre esas dramáticas victorias se encuentra la que obtuvo ante el argentino Alberto Cortés que se había destacado por llevar un récord de 40 peleas ganadas y ninguna perdida, por lo que sabía que era momento de ir a las grandes ligas.
El magno evento quedó pactado para el 16 de diciembre de 1989, luego de que Cortés se ganará su oportunidad de pelar por el cinturón Superligero Mundial del CMB, pero tendría que enfrenar antes al campeón Julio César Chávez.
Cortés llegó muy confiando de que sus 44 peleas ganadas lo respaldarían, pero al momento de entrar al Palacio de los Deportes en la Ciudad de México supo que sería una de las peleas más complicadas de toda su carrera boxística.
Al llegar al ring, Alberto Cortés solo soportó poco menos de tres rounds, pues al minuto 1:56 el referee Arthur Mercante frenó la pelea y con ello su récord invicto terminó, mientras Julio César Chávez retuvo su cinturón.