Los mexicanos le han dado al boxeo muchos de los grandes capítulos de su historia, pero probablemente uno de los más recordados es el de Julio César Chávez contra Greg Haugen a principio de la década de los noventa y hoy te diremos por qué no lo quiso noquear rápido para acabar la pelea.
El Gran Campeón Mexicano gozaba de una enorme popularidad en aquel entonces, podía presumir de ser invicto y su poder de convocatoria estaba por los cielos, tan es así que ese duelo se celebró en el Estadio Azteca el 20 de febrero de 1993, frente a más de 130,000 espectadores que se dieron cita para ver al ídolo mundial.
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Ese compromiso tuvo un sabor especial para Chávez González porque en la previa su rival afirmó que su legado estaba construido sobre victorias ante ‘taxistas’ y que no estaba en México para ‘tenerle respeto’ a la leyenda, lo que provocó que se le prendiera la mecha al mejor boxeador que este país ha dado.
“La verdad que a Haugen no le tendré nada de compasión. A ti sí te voy a arrancar la cabeza, a ti no te voy a tener compasión. Prepárate y cuídate”, decía el César.
Foto: Instagram @jcchavez115
¿Por qué Julio César Chávez no quiso noquear rápido a Haugen?
Desde el principio del combate Julio César Chávez castigó de forma severa a Greg Haugen, incluso lo pudo mandar a la lona en el primer episodio y reportes de medios como Izquierdazo indican que le conectó 36 ganchos al hígado en solo 14 minutos de pelea, solo para resumir en un dato el brutal castigo que le propinó.
Fue hasta el quinto round que el referee detuvo todo para darle la victoria por nocaut técnico al Gran Campeón Mexicano que cumplió con su promesa de aniquilar a un Greg a quien no le quedó más que decir que los taxistas que enfrentó seguro fueron ‘muy duros’, dando muestra de su arrepentimiento.
“Cuando suena la campana y lo tumbo en el primer round, te juro que no quise noquearlo porque era tanta la presión de la gente, algo increíble para mí y yo quería dar un gran espectáculo, que la gente no saliera defraudada (…) fueron sentimientos encontrados, me esperé y después se me complicó un poco por la altura, me empecé a cansar, había presión, entonces me tuve que relajar y lo pude noquear”, explicó el César a Box Azteca.