México tiene grandes deportistas en la historia del boxeo. Las Vegas, Nevada es una parada obligatoria para todos aquellos boxeadores mexicanos que buscan dar el gran salto en el pugilismo. Pero, ¿Sabías que no siempre pueden disfrutar de la Ciudad del Pecado como les gustaría? Así lo revelaron un par de estrellas retiradas.
Los Julio César Chávez, Canelo Álvarez, Salvador Sánchez, Finito López, Juan Manuel Márquez, Terrible Morales, Marco Barrera, todos combatieron allí. Las excepciones notables de boxeadores mexicanos pueden ser Rubén "El Púas" Olivares y Raúl "El Ratón" Macías, quienes nunca se presentaron en Las Vegas pero sí recorrieron parte de Estados Unidos.
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¿Cuáles son las razones por las que los boxeadores mexicanos no acostumbran a disfrutar de todo lo que ofrece Las Vegas, Nevada: los casinos, los espectáculos, las experiencias en el desierto, los museos, los restaurantes? Bien, por fin salió a la luz el secreto. Dos antiguos campeones del mundo lo detallaron.
¿Por qué los boxeadores mexicanos no disfrutan de Las Vegas?
En el podcast Un Round Más, Marco Antonio Barrera y Rafael Márquez Méndez explicaron que los boxeadores mexicanos tienen poco tiempo para disfrutar de Las Vegas, Nevada. Pese a que las contiendas se realizan en ese destino tan famoso, su objetivo inicial no es el de conocer; sino el de continuar con la preparación de cara a sus enfrentamientos pactados.
Márquez Méndez, ex monarca gallo, confesó que los boxeadores mexicanos tienen pocas horas para pasarla bien en Las Vegas. Manifestó que acostumbra a suceder después del pesaje oficial de cada batalla, pues la obligación es comer y dormir de la mejor manera posible antes de subir al cuadrilátero.
No obstante, después de cada choque, terminan muy lastimados. Entonces, aún con las comodidades de una suite, alberca, hoteles y atracciones, no tienen ganas de salir. Barrera le dio la razón al hermano de El Dinamita, quien afirmó que en ocasiones él solía quedarse unos días después de su disputa para cumplir con la aventura de Las Vegas.
"A mí me tocó ir varias veces, pero son horas las que vas a disfrutar. Ya después, nada. La verdad nunca lo disfruté. Digo, sinceramente sí terminé molido, por eso lo recuerdo. La cabeza, los moretones, todo", aseveró Márquez. "Son dos o tres días así. Uno piensa que es fácil", complementó Barrera.