Durante la década de los años 40 el estado de Nuevo León vio nacer a un pugilista mexicano que se destacó entre los demás a tal grado de convertirse en campeón mundial gracias a la potencia que tenía en el ring. Las historias del boxeo, sin embargo, suelen estar manchadas de tinta roja y esto fue lo que ocurrió con él, mismo que vio pasar a la muerte gracias a los tiros que recibió en plena Navidad.
Hablamos de un pugilista mexicano que, contra todos los pronósticos, se convirtió en campeón mundial. Su mal carácter y sus indisciplinas, sin embargo, nunca lo hicieron el favorito de la afición pese a que contaba con la aprobación del Mantequilla Nápoles, por lo que pocos lo recuerdan después de haber muerto a tiros en época de Navidad.
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El Heraldo Deportes recuerda, entonces, a Clemente Sánchez, un prometedor boxeador mexicano que murió apenas habiendo superado las tres décadas de vida en plena Navidad. El campeón mundial se fue de este mundo lleno de polémicas por su mal carácter y constantes indisciplinas, motivo por el cual es momento de recordarlo.
Clemente Sánchez, de ser campeón mundial a morir en Navidad
Su muerte llegó en la Navidad en 1978 cuando apenas tenía 31 años de edad. Por ello, luce necesario recordar la vida de Clemente Sánchez antes de este fatídico suceso que marcó la historia del boxeo mexicano luego de que este perdiera la vida tras una serie de tiros que el nacido el 9 de julio de 1947 recibió en aquel momento.
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Clemente fue un peleador nato no solo dentro del ring, sino también fuera; de hecho, se recuerdan algunos problemas que protagonizó en su etapa como estudiante. Tras varios años en el gimnasio, ingresó de lleno al Torneo Guantes de Oro, mismo que lo hubiera llevado al estrellato nacional si no fuera por las constantes indisciplinas que estelarizó.
Con 20 años tuvo la capacidad de vencer al, en ese entonces, campeón Ricardo Arredondo. Después de algunas irregularidades en su carrera, Clemente decidió viajar al extranjero y fue aquí en donde logró ser el campeón mundial en 1972 luego de vencer en Japón al asiático Kuniaki Shibata. Tres asaltos después y una vida totalmente distinta, entonces, lo nublaron por completo.
Indisciplinas y mal carácter, sus dos principales enemigos
Recibir el apoyo y admiración de personajes como el Mantequilla Nápoles y Luis Echeverría le hicieron un daño del que nunca se pudo recuperar. Pronto dejó de entrenar y perdió el campeonato del CMB por no dar el peso y después por ser humillado por José Legrá, su rival en turno. Ocho peleas después confirmó su retiro del box para dedicarse por completo a un nuevo negocio: la bebida.
Clemente Sánchez, otrora campeón mundial, montó una cantina dedicándose por completo a la fiesta, el alcohol y la violencia que se vive en estos ambientes. Su vida terminó el 25 de diciembre de 1978 luego de un accidente automovilístico que él había causado; después de perseguir a este sujeto que iba a bordo de su familia, el mismo se defendió dándole un balazo. Así, con más pena que gloria, terminó la vida de un pugilista mexicano que nunca se pudo alejar de la diversión descontrolada.
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AC