En mayo 2020, cuando Mike Tyson anunció su regreso a los cuadriláteros en veladas benéficas de exhibición y demostró que pese a su edad su potencia se mantenía intacta, el campeón argentino Walter Masseroni levantó inmediatamente la mano con su posible rival, luego de haber mantenido una gran amistad con el legendario Manos de Piedra Durán e incluso de haber vuelto de la muerte.
Ex campeón argentino de la FAB, con los títulos latino, sudamericano internacional y mundo hispano de los pesos pesados, a sus 56 años y tras haber burlado a la muerte El Bombardero de Beccar, Walter Masseroni, retó a Mike Tyson ya que durante su esplendor intentó enfrentarse al estadunidense, pero nunca pudo lograrlo durante la década de los 80. Su ilusión era tal, que incluso grabó un video y publicó un cartel promocionando una velada que tampoco se realizó.
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Walter Masseroni, objeto de estudio por su tremenda pegada
Nacido el 28 de septiembre de 1963 en Santa Fe, hijo de una mujer de origen español y de un padre con ascendencia italiana, Walter Masseroni llegó a ser ex campeón argentino, sudamericano, internacional, latino y del mundo hispano de los pesos pesados, que forjó gran amistad con uno de los mejores pesos ligeros de todos los tiempos, el panameño Mano de Piedra Durán.
No obstante, su pasión por el boxeo surgió cuando, a sus apenas siete años y tras la pelea entre Ringo Bonavena y Muhammad Alí, se prometió a sí mismo y a su padre convertirse de grande en boxeador solo para vengar la derrota del argentino con su extraordinaria pegada, que fue motivo de estudio y observación al tener uno de los registros más elevados del mundo y que lo llevó al estrellato en los 80 con 63 peleas que fueron catalogadas como “violentas carnicerías”.
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Terrible accidente mató y retiró del boxeo a Walter Masseroni
Todo iba viento en popa para Walter Masseroni, hasta que un accidente en moto le arrebató la vida por 10 minutos, luego de los cuales finalmente despertó camino a la morgue, ante el asombro de los bomberos que lo habían encontrado en la calle sin signos vitales: “Me rompí todos los dientes. El doctor me revisó y no tenía pulso. Estuve muerto”, narró en aquel entonces.
A sus apenas 19 años y luego de 20 días internado, salió con su sueño latente, pero su físico no se lo permitía pues dicho accidente fue un antes y un después en su vida con ataques de pánico, de ansiedad y problemas sicológicos, abandonando el boxeo dos años, sin volver a ser jamás el mismo y sin cumplir su sueño de enfrentarse a Mike Tyson.
EG