Canelo Álvarez volvió a darle a los mexicanos unas felices Fiestas Patrias, pues impuso su categoría como multicampeón mundial en la T-Mobile Arena de Las Vegas ante un puertorriqueño Édgar Berlanga que, más que ir por los títulos del tapatío, fue claro que solo se subió al ring por los millones que dicha pelea le dejó, pues a pesar de que había dicho que iba a ser una guerra, la misma la vendió muy barata y terminó derrotado por decisión unánime.
Luego de muchos dimes y diretes, de que el boricua Édgar Berlanga se fue de la boca diciendo que iba a maltratar al Canelo Álvarez y de que sumaría una batalla más en la guerra histórica entre México y Puerto Rico, lo cierto es que el tapatío al parecer le llegó al precio, pues no iba a poner en riesgo sus títulos mundiales ni aguarles el grito a los mexicanos en plenas Fiestas Patrias en Las Vegas.
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La T-Mobile Arena retumbó a todo lo que daba
Ante una T-Mobile Arena de Las Vegas pletórica y con personalidades como el medallista de plata en París 2024, Marco Verde, así como personalidades como el mismísimo actor Harrison Ford y la también histriona Demi Moore, Canelo Álvarez salió al cuadrilátero con una túnica negra con filos rojos y su nombre y logotipo al frente, bajo las notas de Fuerza Regida que hicieron retumbar la T-Mobile Arena, mientras que Édgar Berlanga salió de gorra negra y con una chamarra dorada con sus iniciales al frente que le quedaba grande, al ritmo de reggaetón y chocando los guantes nerviosamente.
Tras la introducción de Jimmy Lennon Júnior, entoces se vino lo bueno, pues Canelo Álvarez salió al primer asalto muy precavido, sabedor de la racha de 14 nocauts consecutivos del puertorriqueño Édgar Berlanga en los arranques de sus peleas. Mucho más grande que el tapatío, pero a la vez también más lento, el boricua quiso imponer condiciones, pero el pecoso se lo impidió. Con buenos jabs y una defensa cerrada, el mexicano no arriesgó nada en este primer asalto de estudio.
Así derrotó Canelo Álvarez a Édgar Berlanga
En el segundo giro y al grito de "¡Canelo! ¡Canelo! ¡Canelo!", el tapatío comenzó a soltar un poco más las mános, con ganchos de izquierda al hígado y algunas buenas combinaciones, mientras que el boricua comenzó con algunas artimñanas luego de probar el poderío del mexicano. El tercer episodio no fue muy diferente, con Berlanga amarrado, sin soltar las manos y soportando los embates de su rival, que ni se despeinaba con los golpecitos de su rival y lo sorprendió al mandarlo a la lona con un zurdazo que lo mandó a ver las lámparas momentáneamente. Poniéndolo a tiro con la zurda para rematarlo con la derecha, Canelo fue por el nocaut, pero no pudo finiquitar la pelea.
Al cuarto round Berlanga salió todavía tocado y su mirada lo delataba, pero con la mano derecha ya más amarrada a su aparente mandíbula de cristal, por lo que Canelo comenzó a buscar también la zona hepática. Al quinto giro Canelo Álvarez salió dispuesto a dar más espectáculo, arengando al público y retando incluso al boricua a darse de cachetadas, dándole más golpes de poder. En el sexto Édgar quiso reaccionar, pero el tapatío lo puso quieto a boricua para que terminara sin lanzar golpes, hecho un bulto porque ni a sparring llegaba.
Con todos los rounds perdidos, al boricua no le quedaba más que noquear o noquear, pero en el séptimo giro solito se iba a las cuerdas y se encerraba en las esquinas, como buscando el momento idóneo para irse a la lona. En el octavo asalto, el que Canelo dijo que lo noquearía, el tapatío casi le arrebataba la cabeza con un zurdazo y luego otro, que fue remachado con un derechazo que lo hizo tambalear, así como con un upper matón que no pudo conectar de milagro. El noveno, décimo y undécimo fueron una repetición de dominio para el mexicano, para en el último el tapatío saliera con todo por el nocaut, pero sin conseguirlo y yéndose a unas tarjetas que lo beneficiaron por decisión unánime ante un rival medianón a malo, pero que aguantó.