Floyd Mayweather Jr. es, sin dudas, uno de los boxeadores más dominantes y mediáticos de la historia. Con un récord perfecto de 50 victorias, 0 derrotas y 27 nocauts, “Money” construyó una carrera impecable basada en una defensa impenetrable, un contraataque milimétrico y una inteligencia táctica que le permitió neutralizar a rivales de todas las épocas.
Desde su debut profesional en 1996 hasta su última pelea oficial en 2017, el estadounidense enfrentó y derrotó a campeones mundiales, leyendas consagradas y jóvenes promesas que buscaban destronarlo.
A lo largo de más de dos décadas en el ring, el oriundo de Michigan supo adaptarse a cada estilo, ganándose un lugar entre los más grandes de todos los tiempos. Fue campeón en cinco categorías distintas (superpluma, ligero, superligero, wélter y superwélter), acumuló títulos de las principales organizaciones y protagonizó algunos de los combates más taquilleros de la historia, como el que disputó frente a Manny Pacquiao en 2015 y la mediática pelea contra Conor McGregor en 2017. Su disciplina fuera del ring y su mentalidad calculadora fueron clave para mantenerse invicto, pero no todos sus triunfos dejaron la misma sensación en el público y en la crítica.
Porque si bien Floyd se retiró sin mancha en su récord, hubo tres noches en las que estuvo realmente en peligro. Tres rivales que lo pusieron contra las cuerdas, lo hicieron sudar más de la cuenta y sembraron dudas sobre el veredicto final. Incluso, hay quienes aseguran que estas peleas estuvieron “algo amañadas” y que el jurado fue demasiado benevolente con el campeón.
Los tres boxeadores que pusieron en peligro el invicto de Mayweather
- 1. Marcos “El Chino” Maidana – El diente que se convirtió en collar
El 3 de mayo de 2014, en el MGM Grand de Las Vegas, el mundo del boxeo presenció una de las peleas más intensas de la carrera del campeón mundial estadounidense. Marcos René Maidana, con su estilo frontal y una pegada descomunal, salió a sorprender desde el primer round. El argentino no respetó el manual del “Money”: lo acorraló contra las cuerdas, lo asfixió con golpes desde todos los ángulos y conectó más de un puñetazo limpio que hizo tambalear la defensa del invicto.
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Uno de los momentos más recordados llegó en un clinch, cuando El Chino impactó con fuerza y le arrancó un diente a Mayweather. La imagen recorrió el mundo y el púgil sudamericano, lejos de olvidarlo, decidió conservarlo como un trofeo único: lo mandó a enmarcar y lo lleva en un collar que, hasta hoy, muestra con orgullo.
La pelea terminó con decisión mayoritaria a favor de Floyd, pero las tarjetas (114-114, 117-111, 116-112) encendieron la polémica. Muchos consideraron que Maidana había hecho lo suficiente para, al menos, forzar un empate.
- 2. José Luis Castillo – La primera sombra sobre el invicto
Antes de ser la superestrella mediática que todos conocen, el boxeador invicto tuvo una noche complicada contra el mexicano José Luis Castillo el 20 de abril de 2002. En ese combate, por el título ligero del CMB, “Money” se enfrentó a un rival incansable que supo cortar el ring y castigar al cuerpo de manera constante.
Las estadísticas posteriores mostraron que Castillo conectó más golpes totales y más golpes de poder que su contrincante, algo casi inédito en su carrera. En varios pasajes, el estadounidense lució incómodo, retrocediendo y sin encontrar respuestas claras a la presión del azteca. Sin embargo, los jueces le dieron la victoria unánime a Floyd (116-111, 115-111, 115-111), generando un debate que todavía sigue vivo entre los fanáticos.
Muchos analistas sostienen que esa fue la pelea más clara en la que Mayweather pudo haber perdido, e incluso se habla de que la revancha inmediata, que Floyd ganó de forma más amplia, fue organizada para “limpiar” cualquier duda sobre su récord.
- 3. Óscar De La Hoya – El duelo que dividió opiniones
El 5 de mayo de 2007, el yankee se midió con Óscar De La Hoya por el título superwélter del CMB en una pelea que rompió récords de ventas de pay-per-view. El “Golden Boy” llegaba con experiencia, pegada y un estilo que podía complicar al michiganés. Y así fue.
De La Hoya presionó durante gran parte del combate, ganó varios asaltos con su jab y aprovechó su mayor alcance para mantener a Floyd incómodo. El duelo fue cerrado, con alternancia de dominio, y las tarjetas (115-113, 116-112 y 113-115) reflejaron lo parejo que había sido. Aunque Mayweather se llevó el triunfo por decisión dividida, muchos creen que la pelea pudo haber caído del lado de Óscar, sobre todo por su cierre más agresivo en los últimos asaltos.
