El boxeo está lleno de historia de superación personal, demostrando que el trabajo constante y siempre estar enfocado hace la gran diferencia para alcanzar el éxito, a pesar lo complicado que parezca.
Juan Hernández tiene una historia muy particular, pues luego de que su padre llegó de Veracruz a la Ciudad de México y aprendió el oficio de preparar y vender churros, necesitó que todos apoyaran para que la familia pudiera salir adelante.
Por necesidad y las carencias que había, Hernández se vio en la necesidad de dejar la escuela en tercero de primaria para apoyar en la venta. No obstante, su papá se dio cuenta que "Churritos" y sus hermanos tenían mucho tiempo libre, por lo que les exigió que entrenaran algún deporte y los llevó al gimnasio.
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Como su padre era fan de la lucha libre, los llevó a entrenar esta disciplina, pero Juan Hernández se enamoró del boxeo y comenzó su camino en el "noble" arte, donde tuvo un comienzo complicado, luego de que le pusieron una golpiza en su debut como amateur.
Posteriormente, se convirtió en profesional, pero el dinero seguía siendo poco y tuvo que seguir combinando la venta de churros con el boxeo, por lo que llegaba con la canasta al gimnasio. Entrenaba en la mañana y desde el mediodía hasta la noche se enfocaba en la venta de churros en el Zócalo de la Ciudad de México.
Una derrota lo impulsó a Juan Hernández al título mundial
"Churritos" Hernández comenzó su ascenso en el boxeo y su buen trabajo lo llevó a su primera gran prueba en 2011: viajar a Japón en busca de una oportunidad titular. Sin embargo, el resultado no fue el esperado al caer por decisión unánime en 12 asaltos ante el japonés Kazuto Ioka por la corona de peso Mínimo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Esta caída lo llevó a ser más dedicado y concentrarse al máximo en el boxeo, por lo que seis años después, en 2017, llegó la segunda oportunidad por un cetro y no la dejó escapar.
Ahora tuvo que ir a Tailandia para enfrentarse a Navapon Khaikanha, a quien logró vencer por nocaut técnico en el tercer asalto para adjudicarse el Campeonato Mundial Mosca del CMB, coronando así el esfuerzo de varios años y que desde niño lo impulsó para querer ser mejor y apoyar a su familia.
Duró poco en la cima del boxeo
Juan Hernández se había planteado hacer el número necesario de defensas de su cinturón para demostrar que era un guerrero sobre el ring; sin embargo, tuvo un duro revés nuevamente.
"Churritos" tuvo que viajar a Japón para poner en juego su título por primera vez; sin embargo, falló en la báscula al estar 200 gramos arriba del límite permitido, dejando el título vacante de inmediato.
El nipón Daigo Higa era el único que podía coronarse en caso de ganar y así lo hizo, se impuso por nocaut técnico en el sexto episodio para capturar el cetro.
Hernández tuvo que lidiar con esa gran derrota y ha tratado de volver a impulsar su carrera, en busca de reconquistar la corona, que hasta este momento ha estado un poco lejos de concretarse.
