Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, los dos máximos referentes del futbol mundial, han vivido situaciones atípicas en este 2020. Desde enfrentar una emergencia sanitaria sin futbol ni aficionados en los estadios, hasta quedar en medio de una guerra de poder entre jugadores y dirigentes. Cada uno en su propio terreno, pero conectados por la misma trascendencia.
A Messi le tocó despedirse este año de su compañero de mil batallas, Luis Suárez, después de una temporada en la que el Barcelona cayó por 8-2 en una histórica eliminación de la Champions League y cambió tres veces de entrenador: desde Ernesto Valverde (2017-2020), pasando por Quique Setién (2020), hasta llegar a Ronald Koeman (2020).
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La guerra contra Jose Bartomeu
El capitán del Barça dejó de sentirse en un lugar de confort, cuando el entonces presidente del club, Josep María Bartomeu, apuntó contra los jugadores y los hizo responsables de malas conductas sobre el terreno de juego. Eso derivó, entre otras cosas, en la salida de Suárez, que se fue enfrentado con el directivo y con un trato poco amigable.
Después de haber superado los días de encierro y sin futbol, Messi tuvo que resolver las diferencias con Bartomeu. Mandó un burofax, forzó su salida del club y, después de varias idas y vueltas, se terminó quedando a cumplir su contrato. En lo deportivo, La Pulga arrancó y siguió su última aventura con la Liga española. También en la Champions, para cerrar el año y luego su etapa con el Barça.
Cristiano y la pandemia en Italia
Los días de Cristiano Ronaldo con la Juventus se complicaron. No sólo por la falta de competencia, esa sed insaciable en la vida del portugués, sino también por la acumulación de contagios por coronavirus. ‘El Bicho’ fue alcanzado por el bicho y tuvo que cumplir la cuarentena en su casa, alejado de la pelota y el espectáculo.
En el silencio, Cristiano se preparó para regresar más fuerte en la Champions League. Y aunque sumó más goles que Messi, y respondió de la misma manera en la clasificación de Portugal a la Eurocopa, no hubo un momento para bajar la guardia. Lo único que unió los dos caminos, los de Messi y CR7, fue su reencuentro en el torneo más importante de la UEFA. Ahí se saludaron, se abrazaron y se reconocieron como los mejores.
AA