Sergio Pérez quedó fuera de la Fórmula 1. Tras su salida de Racing Point, su último en el mundo del automovilismo, el futuro del mexicano entró en un periodo de espera. Hasta que exista una nueva opción para volver al volante, Checo analizará las posibilidades de trabajo. Entre ellas, la de ser directivo de un equipo en la Liga de Balompié Mexicano (LBM).
El Acapulco FC, del cual es socio, aparece en el camino del piloto para comandar un proyecto deportivo. Además del automovilismo, Checo ha confesado su amor por la pelota y una afición desde niño por los colores del América. Eso, sumado a la libertad laboral que hoy tiene, genera interés de los directivos acapulqueños por tenerlo como imagen y cara visible en la toma de decisiones.
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“No tengo prisa, porque sé que estoy en una buena posición. Pero cuanto antes sepa mi futuro, mejor”, señaló el tapatío, de 28 años, luego de romper su relación con Racing Point y quedar libre para nuevos proyectos profesionales.
Con el surgimiento de la LBM, Checo invirtió una parte de su capital para el desarrollo y estructura del Acapulco FC, equipo que nació oficialmente el 4 de junio de 2020 como la octava franquicia fundadora de la liga. Mientras el futuro se acomoda, los de Guerrero sueñan con la llegada del piloto mexicano en sus filas.
AAH