Omar Arellano llegó a ser considerado el futuro de Chivas. Después de la salida de Omar Bravo, el goleador histórico del club, el joven de los rulos y la potencia en las piernas tomó el número 9 del Rebaño y afrontó el reto de ser el nuevo hombre de referencia. La historia, sin embargo, fue corta. Porque Arellano se fue, sin poder explotar su capacidad goleadora.
De Chivas pasó al Monterrey, de ahí al Toluca, luego a Leones Negros y, finalmente, al Club Herediano de Costa Rica, antes de llegar al Querétaro. La última que celebró un gol en la Primera División de México había sido en el Apertura 2015, en la fecha 14 contra el Veracruz. Cuatro años y nueve meses de sequía, hasta que la rompió.
Seguir leyendo ...
Arellano, surgido de las fuerzas básicas del Pachuca, volvió a gritar un remate a las redes en la Liga MX con la camiseta del Querétaro. La víctima: el León, que, a pesar de renacer la confianza de La Pina, se llevó el triunfo del Estadio Corregidora por 3-2.
El gol del delantero, de 33 años, ocurrió al minuto 67 y significó el empate parcial de los Gallos, en un servicio por derecha que remató de cabeza al fondo de la portería. El festejo fue mesurado, pero el significado valió el doble. Fue el grito contenido de un futbolista que soñaba con ser un ídolo y pasó a ocupar papeles secundarios, lejos de Chivas.
AAH