El caso “Barçagate” persigue a Josep María Bartomeu, presidente del Barcelona. Según información del diario El Mundo, los Mossos de Esquadra, como se conoce a la policía catalana, presentaron un primer informe ante el juzgado, en el que sostienen la existencia de un presunto delito en la contratación de la empresa I3 Ventures, para monitorizar las redes sociales del club.
Las autoridades de la ciudad acusan que se pagó un sobreprecio cercano al 600 por ciento, incumpliendo los trámites habituales en el tráfico comercial, y que se burlaron los controles internos de la propia entidad. Además, argumentan que el despido de Jaume Masferrer, mano derecha de Bartomeu, es un hecho “simulado”, aunque el club no lo haya comunicado.
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Mientras los Mossos piden que se cite a declarar a los responsables del club, la jueza de instrucción evalúa los siguientes pasos del caso. La sospecha judicial ocurre en el mismo contexto en el que Lionel Messi, el futbolista más importante del Barça, pidió su salida luego de la eliminación en la Champions League y del despido de Luis Suárez, el goleador blaugrana, por medio de una llamada telefónica.
Con Jorge Messi, el papá Leo, instalado en Barcelona para negociar el futuro del 10, Bartomeu vive los efectos de un terremoto interno que puede costarle el cargo en las próximas horas. Lo primero, para él, es asegurar la permanencia del argentino; después tendrá una cita con la justicia.
AAH