Rafael Márquez es un técnico del futuro. En España, el hombre que jugó cinco Copas del Mundo con México y que fue “uno de los centrales más talentosos y competitivos de las últimas dos décadas, y de la historia del Barcelona”, como lo definió alguna vez Pep Guardiola, hace sus primeros apuntes. Admite que una de las virtudes de otros colegas es la flexibilidad, es decir, no enamorarse de su propia idea. Pero hasta hoy desconoce si él carece de esa virtud.
Lejos de la idealización de La Masía, la cantera formativa del Barcelona, Márquez cree que en las inferiores debe prevalecer un sistema de juego. Alguna vez se lo escuchó decir a Ricardo La Volpe, su maestro, y lo comparte. Sabe lo peligroso que es pensar lo opuesto de un maestro, porque la posibilidad de un error es mayor. Por eso, en el año que lo espera con la Real Sociedad Deportiva Alcalá, como responsable del Cadete A -jugadores de 15 y 16 años-, el mexicano moviliza y genera distintas miradas. Y permite que alguien lo interrumpa si dice algo equivocado.
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A la oficina de los directivos han llamado entre 10 y 12 medios mexicanos, uno en Miami y otro en Las Vegas. Eso significa Márquez en Europa: conmoción, expectativa, curiosidad mediática. En Alcalá de Henares, una pequeña ciudad a 31 kilómetros de Madrid, los chicos que estaban en duda de seguir, pidieron quedarse cuando supieron que Rafa llegaba. “Es la ilusión de ser dirigidos por un hombre que jugó cinco mundiales y ganó dos Champions”, dice Francisco Goya, el presidente del equipo, desde España. El Káiser, ante todo, los invita a pensar.
“Rafa va a empezar aquí su carrera como técnico; primero, por la comodidad de estar al lado de Madrid, que es donde tiene que sacar el título (de entrenador); y segundo, porque lo va hacer sin ninguna presión. Tiene que formarse, empezar de cero como lo han hecho Xavi en Qatar, Raúl en el Real Madrid, Zidane en el Castilla, Guardiola en el Barça… Y una vez que lo tenga, en junio o julio del año que viene, las ofertas van a ser innumerables. El Alcalá le va a quedar muy chiquito.”, reconoce el directivo, anticipándose a las leyes del triunfo y la derrota.
En su último viaje a Madrid, Márquez inició el curso para recibir el título de entrenador. La Real Federación Española de Futbol (RFEF) le pidió al menos un año de experiencia en categorías inferiores, para luego realizar el trámite de la licencia UEFA Pro, la cual le permite entrenar a equipos profesionales. Esa posibilidad se la ofrece hoy la RSD Alcalá, un club de la Tercera División española con 96 años de historia, una estructura para 900 niños en cantera y cuyo calendario de competencia incluye como rivales a los equipos juveniles del Real Madrid, Atlético de Madrid, Barcelona y Rayo Vallecano.
“Al principio, Rafa trabajará con el primer equipo para conocer un poco los métodos de entrenamiento y la forma de trabajo. A partir de eso, dirigirá al Cadete A cuando se pueda incorporar a la competencia. La idea es formar jugadores: que él, con su experiencia, nos notifique cuando existan jugadores talentosos en su equipo o en equipos rivales a los que se enfrente. Y vivir un poco la faceta técnica, que es algo desconocido para él. Todos los domingos habrá ojeadores (cazatalentos) viendo al equipo. Así que, en cuanto uno destaque, llamaremos enseguida a su puerta”.
El equipo del mexicano está integrado por 22 jugadores, todos inscritos en el Cadete A. Según el último comunicado de la RFEF, la reanudación de los torneos de Segunda División B y Tercera División está programada para el 18 de octubre, luego de una pausa obligada por la pandemia de Coronavirus. En este tiempo, Márquez trabajará en conjunto con Jorge Martín de San Pablo, técnico del primer equipo, para familiarizarse con la nueva idea de trabajo. “Rafa es espectacular. ‘Vengo para llegar a lo más alto que podamos’, nos dijo. ‘A aprender, a equivocarme, porque me voy a equivocar, y ayudar en todo lo que pueda’. Podría haber llegado como una estrella mundial, porque lo es, y fue todo lo contrario”.
En España, Márquez sigue tomando apuntes. Todos entienden que se refiere a algo mucho más profundo que el futbol. Por eso dice que La Volpe es su maestro. Porque aquel hombre sabio y bigotón, que fue su técnico en el Atlas y la Selección Mexicana, reforzó las ideas que tenía sobre el banquillo. “Es difícil describirlo, pero la mayoría de mis conceptos técnicos, tácticos y futbolísticos los aprendí de él”, confesó hace unos meses. La Volpe formaba jugadores. Y Rafa acepta las consecuencias imprevisibles de su elección.
Por Alberto Aceves