La pesadilla del Barcelona, en la Copa del Rey, tiene nombre y apellido: Ramón Juan, portero del Cornellà, quien, con 21 años, le atajó dos remates desde el manchón de penalti a Miralem Pjanic y Ousmane Dembélé, y estuvo a punto de consumar una eliminación histórica de los blaugranas en la segunda ronda de la Copa del Rey. Pero no resistió los tiempos extras (0-2).
La mejor noche de Ramón Juan se convirtió también en una de las más oscuras para el Barça. Sin Lionel Messi, el equipo de Ronald Koeman perdió la ruta del gol y no encontró su horizonte. Pudo haber definido la eliminatoria en los 90 minutos, pero alargó su agonía ante una muralla en la portería rival.
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Y no es que el Cornellà fuera superior a los blaugranas y terminara volcado al ataque. Fue, sobre todo, su espíritu solidario y nivel de lucha el que llevó la serie hasta el alargue, aprovechando que el mejor hombre del otro lado no estaba. Y eso sirvió como aliciente para mantener el cero en el tiempo regular.
La salvación del Barça, en una noche que parecía de pesadilla, fue Dembélé, quien sorprendió con un potente disparo de derecha a Ramón Juan y marcó la diferencia para su equipo. El Cornellà, aunque intentó recuperarse de la desventaja, terminó sin aire y no pudo resistir más la insistencia de su rival. Dembélé tomó confianza a partir del gol y cerró el partido con varias ocasiones en el área. El 0-2 definitivo lo hizo Martin Braithwaite.
AJ