Pumas perdió el gol, está fuera de los puestos de liguilla y repechaje, y suma tres derrotas en los últimos cuatro partidos. Además, tiene a su delantero más eficaz, Juan Ignacio Dinenno, recuperándose de una lesión muscular desde la segunda jornada y, aunque intenta acelerar los tiempos, no cuenta con garantías para su regreso. "El martes estará a la par del grupo. Y el miércoles veremos si está en condiciones de hacer futbol".
El equipo de Andrés Lillini, subcampeón del torneo pasado, ha resentido los golpes que vienen de afuera: la venta de su último goleador Carlos González (hoy en Tigres), el poco margen económico para reforzar su plantel, problemas extra-cancha de sus jugadores (caso Alan Mozo) y decisiones arbitrales que le costaron puntos. También, el costo de un proyecto que apuesta por la juventud de su cantera y se desprende de sus caciques.
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“Las derrotas me golpean mucho. Es la peor parte del futbol. El año pasado, en mi primera experiencia, todo fue muy dulce. Y este año no viene bien la situación. No sé si nos favorecían los árbitros el año pasado o no, pero en éste ya van dos veces que ni eso tenemos a favor. Las excusas no sirven de nada. El día que yo no esté fuerte o que vea que esto no camina, digo ‘Gracias por todo’ y vendrá otro que lo haga mejor”, dice Lillini, después de otro golpe en el Estadio Nemesio Díez.
Ahí, ante el Toluca, Pumas confirmó que los goles, la liguilla y los triunfos siguen lejos de su alcance. Pareció romper la inercia con un remate de derecha de Juan Pablo Vigón, que venció al portero Luis García, pero el VAR y el árbitro Luis Enrique Santander señalaron una obstrucción previa de Emanuel Montejano sobre Raúl López. “Yo quisiera saber si tanto el presidente de la Comisión de Árbitros (Arturo Brizio), como el VAR, se quedan afuera de su trabajo como nosotros”, se pregunta el argentino.
A diferencia del torneo pasado -el del subcampeonato-, los universitarios tienen cinco de los nueve puntos que sumaron. Desde la tercera fecha perdieron el invicto y han marcado sólo tres de los ocho goles anteriores, sin González y con Dinenno lesionado. La esperanza de que el argentino vuelva el próximo domingo, en la reedición de la final contra el León, sirve de alivio en medio de la crisis, aunque la última palabra la tiene el técnico.
“El martes estará a la par del grupo. Veremos cómo está en acciones de futbol y lo tendremos en cuenta para el juego ante el León”, sostiene Lillini, sin garantías para que éste juegue los 90 minutos. Sin Dinenno, Pumas acumula 380 minutos sin gol, pasó de la tercera posición a la 13 y no encuentra en su cantera las mismas soluciones de antes. Ni siquiera en aquellos que se habían consolidado como Alan Mozo, que hoy le generan problemas de conducta dentro y fuera de los partidos.
A Lillini dejó de preocuparle estar en los primeros lugares, como lo hizo en el torneo del 2020. “Nuestra realidad hoy es otra: lo que vamos a buscar es meternos en la liguilla, porque cada partido nos cuesta un poco más que antes”. Y en esas seguirá al frente del equipo universitario. A la espera de que los goles recompongan todo lo que se ha perdido. Y que jóvenes como Montejano, Carlos Gutiérrez, Erik Lira y Jerónimo Rodríguez, tan elogiados en el subcampeonato, respondan de la misma manera que lo hicieron los grandes.
Por Alberto Aceves