El Chelsea puso a temblar al Real Madrid y devoró su miedo. Con un gol de Timo Werner y otro de Mason Mount, los Blues inclinaron la balanza en la serie de vuelta de las semifinales de la Champions League y consiguieron su pase la definición por el título, en la que enfrentarán al Manchester City.
Los londinenses sacaron provecho del empate conseguido en el Estadio Alfredo Di Stéfano, en su visita a Madrid, y mostraron confianza en su nivel de juego para eliminar a los merengues en la cancha de Stamford Bridge.
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La obligación de buscar el empate y no caer en la desesperación obligó a los visitantes a conceder espacios en su zona defensiva. Principalmente, en el segundo tiempo, en el que el técnico Zinedine Zidane decidió jugársela y adelantar líneas, sin importar riesgos.
Con Karim Benzema y Eden Hazard como puntas de lanza, los blancos remaron contracorriente y trataron de vender cara la derrota. Hubo momentos en los que estuvieron cerca del empate, aunque el portero Édoauard Mendy estuvo atento para despejar el peligro.
Una final inglesa en Champions
Sin más opciones ni variantes, el Madrid, uno de los máximos favoritos para llevarse la corona de la Champions, entregó el resultado y se quedó a un paso de alcanzar al Manchester City, de Pep Guardiola, en otra definición por el título.
Será entonces una final entre dos equipos de la Premier League y en la que, sin el Madrid ni el Barcelona, los Citizens partirán como favoritos por la experiencia de Pep.