Inglaterra deja ir los adeptos para ser considerado contendiente serio a ganar la Eurocopa 2020. Este viernes se topó contra un equipo combatiente de Escocia, en un entretenido encuentro, que se convirtió en el segundo empate a cero en lo que va del torneo del Viejo Continente.
Después del España vs Suecia que terminó sin goles, el clásico británico fue el otro duelo que hasta el momento ha extrañado las anotaciones en la Euro.
Seguir leyendo ...
Los ingleses partían como favoritos a este encuentro, con el morbo británico en la mesa y tras el empate de República Checa y Croacia 1-1, que aprieta el Grupo D en el torneo de naciones de Europa.
Pero Escocia salió al terreno de juego del mítico de Wembley siendo más equipo que la presunción de sus individualidades de los ingleses, que buscaban alguna genialidad de Harry Kane, Raheem Sterling o de otro elemento de ese Chelsea campeón de la Champions, pero ninguno pudo inclinar el partido a su favor.
Kane fue errático, desaparecido e incómodo al frente del cuadro inglés, que pasó por varios sustos con una Escocia sin nada que perder, que pintó cara por momentos y puso a temblar a los de casa con alguna opción de peligro. La más importante, un disparo de Lyndon Dykes que rechazó con la cabeza Reece James apenas en la línea, en lo que pudo ser el único tanto del partido.
Al final del encuentro, el técnico de Inglaterra, Gareth Southgate movió a sus pupilos, metió más velocidad al terreno de juego con Marcus Rashford, pero no hubo tiempo de reacción para ponerse como líder de su sector.
El pase a la siguiente ronda se jugará en la última fecha, con los cuatro equipos con posibilidades de avanzar, pero con los ingleses intentando sumar los tres puntos contra la selección subcampeona del mundo: Croacia.
FDR