No es el París Saint-Germain que imaginaron los amantes del futbol. No es una máquina de hacer goles ni aquel equipo invencible que pareció construirse desde la llegada de Lionel Messi, Sergio Ramos y la permanencia de Kylian Mbappé.
Los parisinos son todavía un equipo en formación que juega sin una idea definida. Más allá de Messi, Neymar, Mbappé, Icardi o quien sea quien esté en el ataque. Para el técnico, Mauricio Pochettino la misión de encontrar un funcionamiento colectivo sigue lejos de ofrecer sus mejores resultados.
Seguir leyendo ...
Este miércoles, en su presentación en la Champions League, el equipo de ensueño en el futbol de Francia empató con un modesto Brujas que lo complicó sin los grandes nombres que existen en su plantilla.
Ahí estuvo Messi, sí, pero también un montón de dudas en la cabeza del PSG, las cuales no le permitieron ni acercarse siquiera a un nivel aceptable para llevarse la victoria. Lo intentó La Pulga, lo ayudó Neymar y, sin embargo, las ideas y los trucos de magia no aparecieron.
El gol de Ander Herrera a los 15 minutos presagió un partido abierto para los parisinos. No obstante, un choque de realidad ocurrió cuando vino el empate de Hans Vanaken (27'), un actor inesperado en el guión de presentación de Messi con el PSG.
El complemento fue la muestra más cercana de lo que es hoy este equipo: jugadores detrás de la pelota, tratando de cerrarle los espacios a su rival y buscando cada tanto al argentino para una genialidad individual.
Es cierto que la lesión de Mbappé, al 50', cambió los planes de Pochettino de golpe. Pero nunca su equipo pudo ligar al menos 5 o 10 minutos de buen futbol como esperan sus aficionados.
Sigue a El Heraldo Deportes en Google News dale click AQUÍ.
AJ