Aparecieron viejos fantasmas, nunca se fueron. Los Hooligans viven, cambian de nombre, nacionalidad y equipo, pero siguen en las tribunas de los estadios de futbol, junto a las familias que buscan disfrutar de un juego. Solo hay que tropezar con una mina para que todo estalle, como la tarde del 5 de marzo de 2022 en Querétaro y fue imposible no pensar en la tragedia de Heysel.
El estadio La Corregidora fue testigo de uno de los capítulos más oscuros en toda la historia del deporte mundial: los aficionados del Atlas y del Querétaro protagonizaron una brutal pelea campal dentro del inmueble, el partido fue suspendido y reportes extraoficiales indican que hubo casi dos decenas de fallecidos.
Te podría interesar
Ahora viajemos a la Europa de 1985 para recordar un episodio similar. En aquel entonces la Juventus y el Liverpool iban a disputar la final de la Copa de Europa en Bruselas, pero el caos se hizo presente antes de iniciar el partido: los Hooligans destrozaron y asaltaron negocios, además, acosaron a cualquier cantidad de mujeres.
La lógica indicaba que el compromiso debía cancelarse, no fue así y las consecuencias fueron fatales, de una magnitud inconcebible.
Ya dentro del estadio, los Hooligans provocaron una estampida en una tribuna mixta que dejó un saldo de 39 muertos y más de 600 heridos; algunos fueron pisoteados y aplastados, otros quedaron atrapados en los alambrados.
¿El partido se canceló? No. Los italianos ganaron con gol solitario de Michel Platini, mientras los cadáveres descansaban en una cancha auxiliar cubiertos con la bandera de su equipo.
¿Cómo se acabó con los Hoolingans?
Solo unos años después se capturó a 14 de los involucrados en la tragedia, fueron condenados a tres años de prisión; en cuanto a la cuestión deportiva, todos los equipos ingleses fueron suspendidos de competencias internacionales por cinco años y el Liverpool fue sancionado 10 años, que después se redujeron a seis.
En 1989 nuevamente una avalancha ocasionó la muerte de casi un centenar de personas, fue hasta ese momento que Margaret Thatcher, primera ministra de Reino Unido, decidió aplicar fuertes medidas: dio más poder a la policía, las sanciones a los fans fueron más severas y los equipos recibieron préstamos para modificar su seguridad.
Bien dicen que el que no conoce su historia está condenado a repetirla, así que veremos qué tan fuerte es el castigo para los involucrados en ‘La tragedia de Querétaro’.
DRM