Tal y como ha ocurrido en otras ocasiones, en las que también algunas jugadoras se han tenido que ir de México, ahora Lucía Yáñez se vio forzada a emigrar al extranjero por sufrir acoso en sus redes sociales como jugadora de las Camoteras del Puebla, en otro claro y lamentable ejemplo de la violencia que viven las mujeres en nuestro país.
A pesar de que Lucía Yáñez denunció ante la directiva de las Camoteras del Puebla y las autoridades el acoso que sufría y hasta mostrar evidencias, como también es lamentablemente común no le hicieron caso a la jugadora, lo que la obligó a tomar la medida drástica de mejor irse de México y volver a Estados Unidos por la falta de apoyo.
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Así fue el acoso contra Lucía Yáñez
En enero pasado, Lucía Yáñez fue firmada por las Camoteras del Puebla, donde casi inmediatamente comenzó a ser víctima del acoso en redes sociales, en su casa y hasta en el mismísimo Estadio Cuauhtémoc, donde en el partido frente a Rayadas de la Jornada 1 del Apertura 2024 lanzaron volantes con fotos de la futbolista, a quien señalaban de ser racista por ser estadunidense, tener relaciones con directivos y muchas cosas más que provocaron que abandonara el país.
“Fuera Lucía Yáñez #2 del equipo Puebla Femenil, no sabe jugar, está aquí porque se acuesta con todos los directivos. Cuidado, me contagió una enfermedad de transmisión sexual. Abortó a nuestro hijo cuando tenía 5 meses. Es racista y se expresa mal de los mexicanos. Ha dicho que los poblanos son mediocres y se expresa mal del equipo. Vendía fotos desnuda por Facebook. No estudió la Universidad por burra. Es una mustia y mentirosa”, afirman los volantes lanzados en el Estadio Cuauhtémoc.
Lucía Yáñez, sin apoyo de su equipo ni las autoridades
Ah, pero eso no fue todo, pues el acoso pasó a las amenazas y las agresiones, cuando a Lucía Yáñez le apedrearon su departamento y le rompieron las ventanas, por lo que pidió ayuda inicialmente a su técnico Guillermo Cosío y Daniel Cessa, director deportivo del Puebla (ambos cesados hace algunos días), quienes le dijeron simplemente abandonar sus redes sociales para no afectar a la institución ni su carrera.
Luego acudió a la Fiscalía del Estado con fotografías, capturas de pantalla y pruebas de los comentarios en su contra, amenazas y perfiles falsos que crearon para molestarla, pero las autoridades no le hicieron caso y mejor decidió irse de México y regresar a Estados Unidos, mientras ni el Puebla ni la misma Liga MX Femenil han manifestado su postura al respecto.