Diego Maradona, uno de los futbolistas más grandes de todos los tiempos, no solo es recordado por su increíble habilidad y sus momentos mágicos en la cancha, sino también por las controversias que lo rodearon a lo largo de su carrera. A continuación, te diremos los tres momentos más polémicos del “10” a cuatro años de su muerte.
Desde sus primeros días como profesional hasta su retiro, “El Pelusa” fue una figura que siempre dio de qué hablar, tanto por su talento como por las situaciones complicadas que enfrentó fuera del campo. Estas controversias se convirtieron en una parte esencial de su historia, sumando complejidad a la leyenda que es hoy.
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A lo largo de su carrera, fue protagonista de varios escándalos que dividieron opiniones entre los fanáticos, los medios y los expertos. Su vida personal incluyó luchas con adicciones, disputas con directivos y jugadores, e incluso momentos de rebeldía que desafiaron la imagen de un ídolo perfecto.
Muchos de los episodios más recordados de su vida no tuvieron lugar en la cancha, sino fuera de ella. Se metió en varias peleas con autoridades del fútbol, la prensa y otros personajes del deporte. Aunque a veces sus acciones parecían problemáticas, también reflejaban su personalidad rebelde y su deseo de romper con las reglas. Para algunos, esto lo hacía más auténtico, mientras que para otros era una forma de “rechazar el sistema”.
Estos son los 3 momentos más polémicos de Diego Maradona
Mundial de Estados Unidos 1994:
El Mundial de 1994, realizado en Estados Unidos, quedó grabado como un capítulo agridulce en la historia del fútbol y marcó un punto de inflexión en la carrera de Diego Maradona. Argentina, dirigida por Alfio "Coco" Basile, había iniciado el torneo con un nivel prometedor que posicionaba al equipo como uno de los favoritos. Sin embargo, todo cambió de manera abrupta cuando se dio a conocer que Diego había dado positivo en un control antidopaje por efedrina.
La noticia sacudió al mundo del fútbol y resultó en la suspensión del astro, terminando su participación en el torneo. Aquella imagen icónica de Maradona abandonando la cancha tras el partido contra Nigeria, escoltado por una asistente de la FIFA hacia los vestuarios, quedó grabada como un momento doloroso para los hinchas argentinos.
Ese evento marcó no solo el fin de la campaña mundialista de Argentina, sino también la despedida definitiva de “Diegote” con la selección albiceleste en un Mundial. Fue en este contexto que pronunció una de sus frases más célebres y simbólicas: "Me cortaron las piernas", reflejando su desazón y el impacto de aquel episodio en su vida y carrera.
Maradona vs. Pelé:
La relación entre el astro argentino y Pelé, dos leyendas indiscutibles del fútbol, estuvo marcada tanto por momentos de reconocimiento mutuo como por constantes enfrentamientos verbales. En el eterno debate sobre quién fue el mejor de la historia, ambos dejaron frases que alimentaron la polémica.
El brasileño, con su característica seguridad, afirmó en una ocasión: “Yo nací para el fútbol, como Beethoven nació para la música y Miguel Ángel para pintar”. Maradona, fiel a su estilo directo y desafiante, respondió con ironía: “¡Beethoven! Nunca se escuchó Beethoven en una cancha. ¿La verdad? Le cambiaron el frasco”.
Pero las provocaciones no empezaron ahí. Años antes, “Marado” había lanzado una polémica declaración que generó revuelo al recordar un episodio del pasado de Edson (nombre de O Rey): “Pelé debutó con un pibe”, insinuando un aspecto controvertido de la vida del brasileño.
Esta rivalidad verbal, aunque salpicada de momentos de respeto, se convirtió en parte del folclore del fútbol y en una muestra de la pasión y personalidad que ambos genios imprimieron dentro y fuera del campo.
Italia 90:
El Mundial de Italia 1990 dejó un capítulo inolvidable en la carrera de Diego Maradona. La final contra Alemania no solo era un duelo deportivo, sino también un enfrentamiento cargado de tensiones culturales y emocionales. Argentina llegaba a esa instancia después de eliminar al anfitrión, Italia, en semifinales, lo que encendió los ánimos de los Tifosi, que ahora deseaban ver al nacido en Villa Fiorito derrotado.
Durante la ceremonia previa al partido, mientras sonaba el himno argentino en el Estadio Olímpico de Roma, una estruendosa silbatina cayó desde las tribunas, en claro gesto de desprecio. Lejos de intimidarse, Diego miró desafiante al público y, con los labios apretados, lanzó un insulto que quedó grabado en la memoria de todos: “Hijos de p***, hijos de p***”.
Este episodio fue uno más en la compleja relación de Maradona con Italia. Su paso por Nápoles, donde llevó a la ciudad humilde del sur a lo más alto, conquistando títulos y enfrentándose al poderío del norte rico y poderoso, había generado tanto amor como resentimiento. Aquella final fue, en muchos sentidos, la culminación simbólica de esa eterna rivalidad que el Pelusa supo encarnar dentro y fuera del campo.