En la ruina y sumido en el olvido, así vive actualmente una de las máximas glorias del balompié mexicano: Evanivaldo Castro, Cabinho, quien luego de convertirse en el máximo goleador en la historia de la Liga MX, ganar más títulos de goleo e imponer el récord de más tantos en una sola temporada ahora vive en la ruina y sumido en el olvido.
Tanto así que después de su gran paso como jugador, de ser el máximo goleador en la historia de la Liga MX, Cabinho decidió convertirse en entrenador aunque sin mucho éxito con los Lobos BUAP en 2002, para en 2016 dar una entrevista para ESPN en la que mencionó que estaba molesto con la afición mexicana, que se “había olvidado de él”.
Te podría interesar
Cabinho y su paso goleador por México
En Brasil, Cabinho inició su carrera en 1969 con el Flamengo, para en julio de 1974 llegar a la Ciudad de México para integrarse con los Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de la Liga MX, con los que en su primera temporada logró anotar 16 goles. Su primer título como máximo goleador llegó en el torneo de 1975-1976 con 29 tantos, refrendando su corona tres temporadas seguidas: 1976-1977 (34), 1977-1978 (33) y 1978-1979 (26).
Con Atlante continuó su racha goleadora, pues realizó 108 anotaciones en las temporadas de 1979 a 1983 y volvió a conseguir el título de goleo en tres ocasiones seguidas, de 1979 a 1982. También vistió los colores del León y Tigres, para en 1987 decirle adiós al balompié como el máximo anotador de la Primera División de la Liga MX con 312 goles y ocho títulos de goleo, un récord que hasta el momento se mantiene vigente, así como tres marcas de más goles en una sola temporada: en la 1975-76 (29), en la 1976-77 (34) y en la 1977-78 (33).
Cabinho y su ocaso como una estrella
Con motivo de los 60 años de los Pumas, Cabinho volvió a nuestro país en septiembre de 2014 para acudir a la Cantera y convivir con las nuevas generaciones del equipo de la UNAM. En julio de 2016 los periodistas René Tovar, Alejandro de la Rosa y Milton Aguirre lograron contactarlo para realizarle una pequeña entrevista para ESPN, en la que habló cómo enfrentó el olvido: “Cuando era futbolista me besaban los pies, pero luego se olvidan de ti y te dan una patada por la cola”.
A sus 68 años fue diagnosticado con diabetes y aunque confesó que le hubiera gustado ser entrenador de los Pumas, mostró su molestia e insatisfacción porque Hugo Sánchez sí lo logró y él no, cuando en la historia del futbol mexicano, indicó, él está antes que el conocido como El Niño de Oro.