En LaLiga 2016-17, la imagen de Lionel Messi mostrándole a la afición del Real Madrid en el Estadio Santiago Bernabéu se volvió icónica, aunque aquí en México eso ya lo había hecho muchísimo tiempo antes un jugador de las Chivas Rayadas del Guadalajara, que además de humillar al América y marcarle un golazo también se burló de su afición en el Clásico Nacional.
Entre las miles de anécdotas que guarda el Clásico Nacional, que este sábado 14 de septiembre vivirá un episodio más cuando las Chivas visiten al América en el Estadio Ciudad de los Deportes, en la Jornada 7 del Apertura 2024, destaca la de este jugador del Rebaño Sagrado que se burló de la manera más cruel de la afición azulcrema, luego de humillar y anotarle un golazo a su equipo.
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Clásico Nacional por el Campeón de Campeones
Todo ocurrió el 26 de abril de 1964, cuando este jugador de las Chivas, conocido más por esta anécdota que por sus seis títulos con El Rebaño, no solo le anotó un golazo a las Águilas del América, sino terminó humillándolas y burlándose de su afición en el Estadio Olímpico Universitario de Ciudad Universitaria, sede en aquel entonces del Clásico Nacional por el título de Campeón de Campeones.
Se trató de un partido nada amigable entre dos de los máximos rivales de la Liga MX y que ya antes habían escenificado peleas campales, por lo que este jugador salió expulsado tras un altercado con Alfonso Portugal que llegó a los golpes, en un encuentro que El Rebaño ganó 2-0, pero que quedó marcado por el gesto de esta leyenda rojiblanca.
El jugador que humilló al América y se burló de su afición
Se trata de El Tigre Sepúlveda, aguerrido defensa central de las Chivas Rayadas del Guadalajara quien, como su apodo lo dice, era toda una fiera contra los delanteros, pero en especial con Portugal, con quien tenía una muy fuerte rivalidad y quien no le agradaba ni un poquito, por lo que luego de su altercado fue expulsado en aquel Clásico Nacional.
Ah, pero lo que nadie esperaba era que, en su camino a los vestidores, El Tigre Sepúlveda, molesto e incluso lesionado, sacara una vez más las garras y lanzara su camiseta a la banca azulcrema, para entonces emitir la frase que lo acompañó el resto de su carrera y de su vida: “Con esta tienen, hijos de la chin…”.