El Puebla atraviesa uno de los momentos más inestables de su historia reciente y, en medio de ese panorama, la directiva parece haber encontrado una solución puertas adentro: Albert Espigares. El español, actual director de fuerzas básicas, se perfila como la apuesta inesperada para encarar el Clausura 2026 y asumir por primera vez la conducción de un equipo de Primera División.
El DT, nacido en Barcelona y con una larga trayectoria en el fútbol formativo mexicano, nunca había estado tan cerca de un banquillo de Liga MX. Su nombre surgió después del fallido intento por fichar a entrenadores de mayor recorrido, un contexto que impulsó al club a mirar hacia su estructura interna en busca de alguien que conociera el plantel, la cantera y las limitaciones del proyecto.
El técnico, de 46 años, lleva casi una década trabajando en México, y pasó por Atlas y Santos Laguna antes de llegar al Puebla en 2024. Aunque sus resultados en categorías inferiores no fueron brillantes, su presencia diaria en la institución y su vínculo con los jóvenes fueron factores determinantes para que la directiva lo considere la opción más viable en un momento crítico.
¿Por qué Puebla apuesta por Albert Espigares?
La decisión de voltear hacia Espigares no fue producto del azar. El conjunto poblano atravesó un Apertura 2025 traumático, habiendo culminado en el último lugar de la tabla, con la defensa más vulnerable del torneo, y un vestidor desgastado por la salida de dos entrenadores en apenas unos meses.
Con un panorama económico apretado y varias negativas de candidatos como Benjamín Mora y Gerardo Espinoza, la directiva vio en Albert una opción accesible, cercana y conocedora de la casa.
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Además, su perfil encaja con una necesidad urgente del club, que es integrar más jugadores jóvenes. Con un presupuesto limitado para refuerzos, la institución necesita potenciar su cantera y el español es el hombre que mejor entiende ese proceso.
Su recorrido en México y su situación actual
Espigares llegó al país tricolor en 2017, cuando fue contratado por el Atlas para dirigir divisiones inferiores. Luego dio el salto a Santos Laguna, donde también trabajó en formación, y en 2024 arribó al Puebla para encabezar las fuerzas básicas.
Su carrera siempre estuvo ligada al desarrollo juvenil, un aspecto que la directiva quiere explotar en un torneo donde deberá reducir costos y apostar a la proyección de talento propio.
La versión sobre dirigir el primer plantel de “La Franja” comenzó a tomar fuerza cuando César Luis Merlo reveló que el cuadro blanco afinaba detalles para oficializarlo. Poco después, David Medrano confirmó la noticia y destacó que el club apostaría por la formación de jóvenes como eje del proyecto. Estas menciones de diversos periodistas le dieron forma a un escenario que hasta hace días parecía improbable.
Las condiciones de su posible contrato
De concretarse, firmaría por un año, con cláusulas vinculadas al rendimiento general del equipo. El margen de error será mínimo: Puebla necesita puntos para salir del fondo de la tabla porcentual y evitar mayores complicaciones deportivas y económicas.
Los desafíos que lo esperan en el Clausura 2026
- Reconstruir la defensa, la más goleada del Apertura 2025.
- Reforzar el ataque, uno de los más débiles del torneo.
- Devolver la confianza a un plantel golpeado por cambios constantes.
- Conectar nuevamente con la afición, cada vez más distante y escéptica.
- Gestionar un vestidor sin grandes figuras y con varios juveniles ascendidos recientemente.
