El histórico Estadio San Siro, también conocido como Giuseppe Meazza, está a punto de iniciar una nueva era. El AC Milan y el Inter de Milán completaron oficialmente la compra del recinto y de sus alrededores al Ayuntamiento de la ciudad, por una cifra cercana a los 197 millones de euros (226 millones de dólares). Este acuerdo, que marca el cierre de un largo proceso de negociación, permitirá a ambos clubes derribar el estadio actual de 99 años y construir en su lugar un nuevo complejo deportivo de última generación.
El proyecto no solo contempla la edificación de un estadio moderno con capacidad para 71.500 espectadores, sino también la regeneración urbana del distrito de San Siro, que se transformará en un polo deportivo y cultural. La operación se concretó a tiempo, antes del 10 de noviembre, fecha en la que la segunda grada del estadio habría adquirido un carácter histórico que habría imposibilitado su demolición.
El nuevo estadio de los “Rossoneri” está pensado como un símbolo de modernidad y sostenibilidad. Será diseñado por las prestigiosas firmas Foster + Partners y Manica, con la intención de crear una infraestructura que esté a la altura de las grandes capitales europeas. Además, se prevé que el proyecto abarque más de 281.000 metros cuadrados, integrando zonas verdes, espacios culturales y centros deportivos.
Un paso decisivo para Milan e Inter
Ambos clubes emitieron un comunicado conjunto donde celebraron este avance, destacando que “la construcción del nuevo estadio y el proyecto de regeneración urbana del distrito de San Siro representan un nuevo capítulo para la ciudad de Milán y para ambos clubes”. Además, remarcaron que este paso refleja su “ambición compartida por alcanzar el éxito deportivo a largo plazo y realizar inversiones que generen valor y apoyen el crecimiento sostenible de los clubes”.
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La compra fue gestionada a través de la sociedad Stadio San Siro S.p.A., con el respaldo financiero de Goldman Sachs y JP Morgan como coordinadores principales, junto con el apoyo de Banco BPM y BPER Banca. Se trata de una operación inédita en Italia, que pone de manifiesto la colaboración entre RedBird Capital Partners, propietario del AC Milan, y los fondos gestionados por Oaktree, actuales dueños del Inter.
El nuevo recinto
El objetivo es que el nuevo estadio esté finalizado antes de la Eurocopa 2032, torneo que Italia organizará junto a Turquía. El recinto de San Siro, en su estado actual, no cumple con los estándares modernos de la UEFA, lo que impulsó a ambos clubes a acelerar el proyecto. Además, el viejo estadio aún será sede de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026, antes de su cierre definitivo.
