Campeón del mundo, fichaje récord y protagonista de grandes noches en Europa, su carrera terminó marcada por lesiones, problemas extradeportivos y una sanción por dopaje que lo alejó más de dos años de las canchas. Hablamos de Paul Pogba, quien pasó de ser una de las figuras más brillantes de su generación a enfrentar uno de los periodos más desafiantes que vivió un futbolista de élite en tiempos recientes. Hoy, con 32 años, el mediocampista francés intenta reconstruir su historia deportiva desde el AS Mónaco, donde volvió a jugar después de 811 días sin pisar un terreno de juego.
Ese regreso ocurrió en un duelo ante el Rennes, cuando ingresó a los 85 minutos y recibió una inesperada ovación de los aficionados. Emocionado, reconoció la mezcla de alivio, orgullo y necesidad de reivindicación que lo acompañó en ese momento:
“El fútbol no se ha terminado para mí. Hemos trabajado duro, hemos esperado más de dos años para volver, y hoy finalmente sucedió. Gracias a Dios; me conmovió mucho ver al público ponerse de pie y aplaudir”, comentó.
A la par de su retorno deportivo, mostró una faceta distinta al convertirse en accionista y embajador de Al Haboob, el primer equipo profesional de carreras de camellos del mundo. El francés, lejos de la imagen tradicional del futbolista, se involucró en un deporte con siglos de historia en la Península Arábiga y un mercado multimillonario en pleno crecimiento. Según él, la decisión nació de su propia curiosidad: “Vi bastantes carreras de camellos en YouTube y dediqué tiempo a investigar en mi tiempo libre para intentar comprender las técnicas y estrategias”.
La carrera de Paul Pogba
En su mejor versión, Pogba combinó potencia, técnica y carisma. Fue figura en Juventus, rompió el mercado en 2016 con su traspaso de 105 millones de euros al Manchester United y se consagró campeón del mundo en 2018, incluso anotando en la final ante Croacia. Su impacto lo convirtió en una de las grandes estrellas del fútbol global.
La curva descendente llegó rápido. Problemas físicos recurrentes, disputas extradeportivas y una vida mediática intensa lo sacaron del foco futbolístico. El golpe más duro apareció en febrero de 2024, cuando recibió una sanción de cuatro años tras un positivo por testosterona mientras jugaba en la “Juve”. Luego, el TAS redujo el castigo a 18 meses, pero igualmente significó un parate que cambió su carrera.
Te puede interesar: Gareth Bale rompe el silencio, ¿por qué se retiró tras ganarlo todo a los 33 años?
Tras más de dos años sin competir, Paul reapareció con el AS Mónaco y dejó claro que aún no se rinde. Asumió que debe recuperar ritmo: “Todavía falta trabajo para volver a estar en plena forma, jugar 90 minutos y ayudar al equipo lo más posible”, pero su retorno fue recibido como un pequeño triunfo personal.
Paul Pogba y el mundo de las carreras de camellos
En pleno proceso de reconstrucción, el astro europeo sorprendió al anunciar su participación en un proyecto inédito: un equipo profesional de carreras de camellos que compite en los países del Golfo. “Orgulloso de formar parte de un momento deportivo histórico, uniéndome al equipo de carreras de camellos Al Haboob como accionista y embajador”, expresó.
Para él, este universo tiene los mismos valores que lo marcaron en el fútbol: “Ya sea fútbol, carreras de camellos o boxeo, los fundamentos son similares. Se necesita determinación, concentración, disciplina y tenacidad”.
