La camiseta del Mundial no siempre fue un objeto de deseo, colección y debate estético. En sus primeras ediciones, funcionaba apenas como una herramienta práctica, que era diferenciar a un equipo del otro en el campo de juego. Sin embargo, con el paso de las décadas, esa prenda fue cargándose de símbolos que hoy explican buena parte de la historia del fútbol.
Cada certamen mundialista dejó pequeñas huellas que, casi sin proponérselo, fueron construyendo una identidad visual propia. Detalles mínimos en su momento (un número, un escudo, una estrella) terminaron convirtiéndose en marcas imborrables que hoy asociamos automáticamente con la grandeza del torneo y de las selecciones.
Esa evolución no fue inmediata ni uniforme. Algunas innovaciones aparecieron de forma aislada, otras se consolidaron con el tiempo y varias surgieron en contextos muy específicos. Repasar cuándo y cómo nacieron estos elementos es también una forma de recorrer la historia cultural del Mundial.
De prenda funcional a símbolo de identidad
El cambio fue gradual. A medida que el torneo crecía en popularidad y alcance global, la camiseta empezó a representar algo más que colores. Se volvió bandera, relato y memoria colectiva. Cada nuevo agregado respondió a una necesidad concreta: identificación, orden, reconocimiento o marketing, pero todos terminaron aportando sentido.
La televisión, la profesionalización del fútbol y el impacto comercial de los Mundiales aceleraron este proceso. Lo que antes era opcional pasó a ser obligatorio, y lo que nació como un simple detalle terminó siendo parte esencial de la mística mundialista.
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Los elementos que marcaron un antes y un después en los Mundiales de la FIFA
- Números: Aparecieron por primera vez en el Mundial de 1950 y se volvieron habituales a partir de 1954. Fueron clave para identificar a los jugadores dentro del campo.
- Escudos: En los primeros Mundiales no todas las selecciones los utilizaban. Su incorporación fue progresiva hasta transformarse en un rasgo identitario indispensable.
- Nombre del Mundial: Francia innovó en 1966 al incluir por primera vez el nombre de la competencia debajo del escudo.
- Estrellas: Brasil fue pionero en 1974 al lucir estrellas sobre el escudo, inaugurando una tradición ligada a los títulos obtenidos.
- Nombre del jugador: Recién en Estados Unidos 1994 los futbolistas llevaron su apellido en la espalda de la camiseta.
- Número frontal: Ese mismo Mundial marcó la primera vez que todas las selecciones usaron número en el frente.
- Match Day: En la final de Francia 1998 aparecieron por primera vez los datos del partido estampados en la camiseta.
- Parche del Mundial: Desde Corea-Japón 2002 se incorporaron parches oficiales con el logo y nombre del torneo.
- Parche de campeón: Italia estrenó el distintivo de campeón vigente en Sudáfrica 2010.
- Parche FIFA: El segundo parche en la manga, destinado a campañas sociales de la FIFA, debutó en Brasil 2014.
