AC Milan cayó ante el Feyenoord en el mítico estadio San Siro de Italia, donde el conjunto local fue eliminado de la UEFA Champions League actual. El ahora equipo de Santiago Gimenez no hizo valer su localía, pese al temprano gol del ex Cruz Azul, cumpliendo con la “ley del ex”, y fue símbolo de burlas al empatar 1-1: cosechando el 1-2 global a favor de los neerlandeses. Sin embargo, lo que fue más llamativo en las últimas horas no resultó el gol de “Bebote” o el marcador en sí, sino el tierno gesto que el mexicoargentino tuvo con sus excompañeros de club.
Tras el encuentro, el goleador de 23 años se acercó al vestuario del equipo que milita en la Eredivisie, y no dudó en dar un magnífico detalle a todos sus conocidos que estaban presentes para el duelo. Según el asistente del conjunto holandés, John de Wolf, en una charla que mantuvo con Radio 538, afirmó que el nacido en Buenos Aires se tomó las molestias de hacer un regalo.
Aunque el gol de Santi para el conjunto milanés encendió la esperanza de remontar, el equipo de Sérgio Conceição desperdició varias oportunidades. Finalmente, Julián Carranza sentenció el partido para el Feyenoord con un certero cabezazo al minuto 73, dándole la tranquilidad a su club en la UEFA Champions League.
Las palabras de John de Wolf sobre el gesto de Santiago Gimenez
“Santi vino al vestuario después del partido. Entregó un jersey del Milan a cada integrante del staff y los jugadores. Eso demuestra lo grande que es. Nos deseó mucho éxito en los Octavos de Final. Es un deportista y una persona de primer nivel. Esos son los momentos mágicos que pasan detrás de cámaras”, dijo para la radio mencionada anteriormente.
También, comentó acerca de su gol: "Eso no se puede inventar", comentó De Wolf. "Pero no nos intimidamos. Peleamos con todo. Y cuando ves a la afición... Fue una marea impresionante que nos dio energía extra", añadió.
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Sobre el intenso desenlace tras el empate de Julián Carranza, el exdefensor del Feyenoord bromeó: "Pensé: mejor que no se ponga demasiado emocionante, o terminaré entrando al campo del susto". Al sonar el silbatazo final, el alivio fue inmenso. "Son momentos que nunca se olvidan", aseguró.
