Muchos futbolistas, una vez que cuelgan los botines, eligen caminos completamente distintos. Ese es el caso de Jackson Martínez, quien supo lo que es estar en la cima. Pasó de ser un delantero poco conocido en Colombia a convertirse en una de las figuras más letales del fútbol europeo. Pero el destino le tenía preparada una historia inesperada: tras un retiro anticipado, su vida tomó un rumbo radicalmente distinto, lejos de los estadios y cerca del micrófono.
El atacante nacido en Quibdó brilló con luz propia en el FC Porto, donde firmó una de las mejores etapas de su carrera: 92 goles en 136 partidos entre 2012 y 2015. Su impacto fue inmediato y clave para ganarse un lugar en la Selección Colombia que disputó el Mundial de Brasil 2014. Ese rendimiento no solo lo catapultó a la élite, sino que hizo que el Atlético de Madrid desembolsara 35 millones de dólares por sus servicios en 2015.
Sin embargo, el paso por España fue breve y poco productivo. Tras solo una temporada y tres goles en 22 partidos, Martínez se marchó al fútbol chino por más de 40 millones de dólares. Las lesiones mermaron su rendimiento y, en 2020, anunció su retiro. Desde entonces, Jackson abrazó una nueva pasión: la música cristiana, con la que hoy intenta inspirar a otros desde otro tipo de escenario.
Jackson Martínez en la música
Ya alejado del fútbol profesional, Jackson Martínez encontró en la fe y la música cristiana una nueva forma de conectar con las personas. Desde 2020 ha lanzado dos álbumes, centrados en mensajes de esperanza, transformación y espiritualidad.
Con un estilo que fusiona el rap, el R&B y sonidos latinos, acumula más de 13.000 oyentes mensuales en plataformas como Spotify. En entrevistas, ha declarado que su principal misión hoy es inspirar a través del arte, igual que antes lo hacía con sus goles.
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Jackson Martínez en la Liga MX
El paso de “La Pantera” por la Liga MX dejó una huella imborrable. Llegó a Jaguares de Chiapas como una promesa colombiana y rápidamente se transformó en la figura del equipo. Con su potencia física y olfato goleador, el delantero fue clave para llevar al club a instancias inéditas como la participación en la Copa Libertadores y varias clasificaciones a Liguilla, algo que en su momento posicionó al cuadro mexicano como uno de los equipos más atractivos del torneo.
Su rendimiento en el fútbol tricolor no sólo impulsó a su plantel, sino que también atrajo la atención internacional. En cada torneo, Jackson se consolidaba como uno de los delanteros más completos del continente, lo que finalmente derivó en su fichaje por el FC Porto en 2012.

La transferencia al fútbol europeo marcó un antes y un después tanto para su carrera como para la historia de Jaguares: sin su figura emblema, el club comenzó un lento declive.
Tras su salida, el equipo de Chiapas nunca volvió a ser el mismo. Con el tiempo, la institución fue perdiendo protagonismo en la Liga MX, sufrió cambios de dueños y finalmente desapareció de la Primera División.
La etapa de Jackson Martínez en Jaguares no solo fue un pico de rendimiento deportivo, sino también un capítulo que muchos aficionados recuerdan con nostalgia, al tratarse del último gran brillo del club antes de su desaparición.