Luis Romo volvió a estar en el centro de la polémica con Chivas, y esta vez ni siquiera pisó el campo. El mediocampista, que actualmente cumple una sanción de dos partidos tras ser expulsado por insultar al árbitro en el duelo ante Rayados, fue captado en una situación incómoda desde las gradas del Estadio Akron durante el partido frente a Puebla.
Mientras se anunciaban las alineaciones por la voz del estadio, varios sectores del público comenzaron a abuchear a Gerardo Espinoza, actual entrenador del “Rebaño Sagrado”. Pero lo que realmente llamó la atención fue que Romo habría imitado o acompañado ese abucheo, generando un gesto que rápidamente se viralizó y encendió las alarmas al interior del club.
El momento fue registrado por el portal “Medio Tiempo", que señaló cómo el jugador hizo un gesto claro mientras escuchaba los abucheos, provocando la risa de uno de sus acompañantes. Más allá de que no haya declaraciones oficiales, la imagen dejó una pregunta flotando en el aire: ¿hay fractura entre el futbolista y el cuerpo técnico rojiblanco?
El gesto que desató el escándalo
El supuesto "abucheo" del ahomense a su propio técnico llega en un momento crítico para Chivas. Con el equipo en zona de Play-In y arrastrando una racha de siete partidos sin victoria antes del choque ante Puebla, las tensiones son evidentes. El gesto del mediocampista, si bien no fue explícitamente verbal, coincidió justo con la parte del anuncio en que se menciona a Espinoza, lo que dio a entender una especie de burla o desaprobación.
La reacción de su acompañante, entre risas y señalamientos hacia la reacción de la afición, no hizo más que reforzar esa percepción. Si bien Romo aún no se ha pronunciado al respecto, el episodio podría escalar si desde el vestidor se interpreta como una falta de respeto hacia la autoridad del entrenador.
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Un torneo complicado para Chivas y para Romo
Más allá del incidente, Luis no atraviesa su mejor momento desde que llegó como uno de los fichajes estelares del club. Su expulsión frente a Monterrey por insultar al árbitro lo dejó fuera dos fechas, y ahora, sin jugar, se involucra en una situación que podría tensar aún más su relación con el cuerpo técnico.
El equipo, por su parte, no termina de convencer con Gerardo en el banquillo. Desde su sorpresivo triunfo ante América en Concachampions, el cuadro sagrado ha acumulado resultados decepcionantes y una evidente falta de rumbo.
El calendario tampoco da tregua: el próximo domingo 20 de abril se juega el Clásico Tapatío ante Atlas, y todo indica que no solo se peleará por puntos… también por la estabilidad interna del plantel.
