Los Pumas de la UNAM volverán a encontrarse con Rayados de Monterrey en una serie de eliminación directa, esta vez en el duelo del Play-In del Clausura 2025. La escuadra universitaria no solo buscará su pase a la Liguilla, sino también acabar con una racha negativa que ya lleva más de una década sin ganar en el norte del país.
La última vez que los Universitarios celebraron una victoria en la casa de “La Pandilla” fue el 28 de septiembre de 2013, cuando se impusieron por la mínima diferencia en la Jornada 12 del Apertura 2013, gracias a un tanto de Luis García al minuto 81. Desde entonces, Rayados se ha convertido en una plaza imposible para el conjunto auriazul.
Efraín Juárez, hoy técnico de los Felinos, vivió aquel partido desde la banca de los regiomontanos. Fue sustituido al minuto 57 por el histórico Humberto “Chupete” Suazo. Ahora, más de 11 años después, buscará hacer historia en el mismo escenario pero desde el banquillo universitario.
Más de una década sin vencer en Monterrey
No solo ante Rayados se le ha complicado el panorama a Pumas en la Sultana del Norte. También Tigres UANL ha sido un verdugo constante cuando se juega en el Estadio Universitario.
El último triunfo universitario ante los felinos de la UANL fue el 25 de enero de 2014, con un doblete de Martín Bravo que le dio la vuelta al marcador para un 2-1 final. Desde entonces, la visita a Monterrey representa más que solo un viaje: es una prueba de carácter y resistencia.
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Juárez, con una misión doble
Además de buscar cortar la sequía en tierras regiomontanas, Efraín tiene en juego una meta personal: convertirse en el único director técnico mexicano en la Liguilla del Clausura 2025. Con la eliminación de técnicos nacionales como Víctor Manuel Vucetich, Gerardo Espinoza, Gonzalo Pineda, Benjamín Mora y Cirilo Saucedo, Juárez representa la última esperanza local frente a un dominio cada vez más marcado de estrategas extranjeros.
Con siete entrenadores foráneos ya clasificados (cuatro argentinos, dos uruguayos y un brasileño), el pase de “Los del Pedregal” no solo sería un triunfo institucional, sino también una reivindicación del talento nacional en los banquillos.
