El Santos volvió a tropezar en el Brasileirao 2025 y sumó una nueva derrota en casa que lo deja al borde del abismo. El equipo paulista perdió 2-1 frente al Internacional de Porto Alegre en el Estadio Urbano Caldeira, por la jornada 16, y continúa en zona de descenso. Los goles visitantes fueron obra de Johan Carbonero, a los 9 minutos, y Rafael Santos Borré, que marcó de penal a los 75. Álvaro Barreal descontó para el “Peixe" en el descuento, pero ya era tarde.
Más allá del resultado, el partido dejó una acción que generó enorme controversia: un supuesto gol de Neymar que no fue convalidado. En la jugada, el atacante remató con la zurda, el balón pegó en el palo y rodó peligrosamente cerca de la línea. El ex futbolista del FC Barcelona y PSG lo festejó con todo, pero el árbitro lo anuló y el VAR tampoco intervino. La jugada rápidamente se viralizó y dividió opiniones en redes.
Mientras tanto, la tensión en el ambiente crece. El equipo no encuentra el rumbo, los hinchas pierden la paciencia y la presión se siente cada vez más. Los "Alvinegros" llevan solo 14 puntos en 15 partidos y ya no hay margen de error si quiere evitar el descenso.
El enojo de Neymar con un fanático del Santos
La gran figura del Santos volvió a ser protagonista, pero no por su fútbol. Al final del partido, el extremo explotó y se enfrentó con un hincha desde las tribunas. Gritos, insultos y gestos ofensivos marcaron la secuencia que fue grabada por varios asistentes y rápidamente se volvió viral. No fue un episodio aislado: minutos antes ya había discutido con otros fanáticos y descargó su bronca contra el banderín del córner tras el polémico "gol fantasma".
Con apenas cuatro goles desde su regreso y un equipo en caída libre, el crack brasileño está en el centro de las críticas. Esta vez, tuvo que ser el arquero João Paulo quien lo frenó para evitar que la situación pasara a mayores.
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Una pesadilla inesperada para Santos
Lo que debía ser el año de la reconstrucción se está convirtiendo en una pesadilla. El regreso de Neymar prometía ilusión, jerarquía y resultados, pero el presente del equipo está lejos de eso. El conjunto no gana, no encuentra funcionamiento y la presión de los hinchas se traslada a los jugadores. A mitad de torneo, el club se encuentra 17° en la tabla, en plena lucha por la permanencia.
La dirigencia, mientras tanto, guarda silencio. No se esperan grandes cambios inmediatos, pero el clima interno ya es insostenible. “Ney”, lejos de ser el salvador, se ve atrapado en una dinámica negativa que parece no tener fin. Y todavía falta mucho para el final del campeonato.
