En una reveladora entrevista, Sergi Gómez, ex compañero de Mauro Icardi en La Masía, compartió una anécdota que dejó a todos sin palabras. Durante su tiempo en la academia juvenil del FC Barcelona, el argentino sorprendió a ese entonces su compañero con una acción insólita: cazó una paloma con una resortera que él mismo fabricó y la cocinó para comerla frente a él. Este relato, contado en el pódcast "El After de Post United", revela una faceta desconocida del delantero argentino.
Gómez recordó cómo el actual futbolista del Galatasaray lo invitó a un parque cercano al lugar del entrenamiento, donde el joven sudamericano mostró su habilidad con el “arma”, derribando al animal desde una altura considerable. Sin inmutarse, el rosarino procedió a desplumar y cocinar el ave, encendiendo una pequeña hoguera en el lugar. Sergi, quien actualmente milita en el Futebol Clube de Alverca, sorprendido, expresó: "¡Pero qué hacés, Mauro!", a lo que él respondió con naturalidad: "Vámonos. Vamos a La Masía".
A pesar de lo inusual de la situación, el español destacó la buena relación que mantenía con Icardi y el tiempo compartido en La Masía. "Le tengo un aprecio. Vivimos muchísimo tiempo juntos y sabe que lo tengo en el corazón", relató, evidenciando que, más allá de este episodio, su vínculo fue positivo.
La anécdota que sorprendió a todos
La historia relatada por Gómez ha generado asombro entre los aficionados y seguidores del fútbol. La imagen de un joven Mauro, conocido por su capacidad goleadora, realizando una acción tan inusual en su etapa formativa, añade una capa de complejidad a su personalidad. Este relato ofrece una visión más humana y cercana del delantero argentino, mostrando que, incluso en sus inicios, ya destacaba por su carácter y singularidad.
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“Me acuerdo que me dice: ‘Sergi, ven conmigo. Vamos aquí al parque de al lado de La Masía’. Había un parque con árboles muy altos y veo que el tío trae una madera que estuvo cortando el día anterior en forma de ‘Y’ y que le pone ahí una goma bien dura enganchada. Se hizo un tirachinas (una resortera) a mano yendo a la ferretería a comprar la goma y todo".
“Había un palomo, pero que te lo juro que no se veía el palomo. Cogió una piedra, me acuerdo que estira así, hace puf y ves que cae un palomo de 20, 30 metros arriba. ‘¿Pero qué haces, Mauro?’. Y me dice: ‘Vámonos. Vamos a La Masía’“.
“Le saca todas las plumas, le saca las piedras que tiene aquí en el cuello, la abre, una percha de alambre la pasa por dentro y enciende una hoguera. La cocina y se la come delante mío. Se cargó una paloma, la cocinó y se la comió. Literal, Mauro Icardi, que le tengo un aprecio. Vivimos muchísimo tiempo juntos y sabe que lo tengo en el corazón”, comentó.
Mauro Icardi en La Masía
El goleador que hoy la rompe en Turquía, llegó a La Masía en 2008, procedente del Vecindario, un club de las Islas Canarias. Durante su estancia en la academia juvenil del FC Barcelona, jugó en el Juvenil A. Sin embargo, su paso por el club catalán fue breve; en 2011, decidió unirse al Sampdoria en Italia. A pesar de su corta permanencia, su talento fue evidente, y su carrera despegó rápidamente en el fútbol profesional.
