Escenario principal para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, el Río Sena sigue con una calidad de agua deplorable, tanto que, incluso, ya hizo que el Comité Organizador postergara la prueba masculina de triatlón, con posibilidades de que de plano se cancele de manera definitiva.
Una de las máximas atracciones turísticas, pero malísima como sede olímpica por su agua deplorable, el Río Sena se ha convertido en uno de los principales desafíos para el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024, que tuvo que suspender momentáneamente el triatlón masculino en su modalidad de nado debido a su gran contaminación. En caso de realizarse, sino se cancela de manera definitiva, se realizaría este miércoles tras la prueba femenil.
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Primero, la salud de los atletas, argumentan en París 2024
“La prioridad es la salud de los atletas. Los análisis realizados en el Río Sena revelan que el agua deplorable no ofrece garantías para la celebración del triatlón”, explicó el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París 2024 en un comunicado conjunto con World Triathlon Federation.
“Lamentablemente, fenómenos meteorológicos ajenos a nuestro control, como la lluvia que cayó sobre París los días 26 y 27 de julio, pueden alterar la calidad del agua y obligarnos a posponer la prueba por razones sanitarias. A pesar de la mejora de la calidad del agua en las últimas horas, los valores en algunos puntos del recorrido de natación siguen estando por encima de los límites aceptables”, explicó la federación.
De triatlón podría pasar a duatlón
Respecto a una posible cancelación o la necesidad de eliminar de la prueba de nado, lo que haría que de triatlón pasara a un duatlón, el Comité Organizador indicó que “si el miércoles tampoco se puede nadar, se intentaría hacer el viernes”, aunque la incertidumbre en París también se extiende no solo en el triatlón en ambas pruebas, sino también con la competencia de aguas abiertas, tanto femenino como masculino, que se celebrarán en ese mismo escenario el 31 de julio y el 5 de agosto, respectivamente.
De hecho, en el Río Sena estaba prohibido nadar desde hace un siglo, hasta que se pensó hacerlo utilizable en los Juegos Olímpicos de París 2024 para el triatlón y las competencias de aguas abiertas de la natación, luego de una inversión de casi mil 400 millones de euros para “purificar” el agua exactamente 100 años después de los últimos organizados en la ciudad parisina. Les falló.