Ganador del Super Bowl con los New England Patriots y con contrato por 40 millones de dólares, pero culpable de matar una noche de junio de 2013 con varios disparos a Odin Lloyd, amigo y concuño, Aaron Hernández se colgó en su celda el 19 de abril de 2017 víctima de una encefalopatía traumática crónica (ETC), enfermedad provocada por lesiones cerebrales debido a los constantes y sucesivos golpes en la cabeza que sufrió en la NFL, junto con estas 3 estrellas.
La enfermedad ETC puso contra la pared a la National Football League (NFL) por los impactos en la cabeza y conmociones cerebrales que sufren jugadores como Aaron Hernández y estas otras 3 estrellas de los emparrillados, cuyos problemas de conducta y violencia inmotivada se expresaba de diferentes maneras, aunque solo el ala cerrada asesinó a tiros a quienes le caían mal o le manchaban una camisa.
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Aaron Hernández, víctima de ETC y hasta de la misma sociedad
Condenado a una vida en prisión por matar a su concuño y como sospechoso en otros dos asesinatos cuando se suicidó, Aaron Hernández se ahorcó con las sábanas de su cama para que después su familia autorizara que su cerebro fuera extraído para ser estudiado por especialistas, que lo encontraron terriblemente dañado, con dos enormes cráteres donde cualquier otro cerebro presenta solo dos pequeñas y simétricas cavidades y que evidenciaban la enfermedad de ETC.
El diagnóstico fue ETC, aunque el abuso siendo un niño, la violencia en su casa, los repetidos incidentes de agresión desde secundaria, su consumo de drogas, conductas erráticas, falta de educación y hasta su bisexualidad al tener relaciones homosexuales en la secundaria y al menos una pareja en la cárcel pudieron llevarlo a su fatal decisión y a convertirse en el protagonista del documental Killer Inside: The Mind of Aaron Hernandez, de Netflix, que explora su turbulenta vida e intenta explicar cómo el jugador cayó en desgracia al verse envuelto en uno de los mayores escándalos del deporte de Estados Unidos de los últimos tiempos.
Tres estrellas de la NFL, víctimas de ETC
Agresividad, depresión y falta de control emocional, además de problemas cognitivos como pérdida de la memoria y demencia, están relacionados el ETC, enfermedad que también sufrieron estas otras 3 estrellas de la NFL que tenían un deterioro inusualmente extenso en los lóbulos frontales, claves para el juicio y la toma de decisiones de 111 jugadores de 200 cerebros analizados, de los cuales 110 mostraron señales de dicha enfermedad y entre quienes los más destacados fueron:
- MIKE WEBSTER: Legendario centro de los Steelers ganador de cuatro Super Bowls y que tras su retiro de la NFL perdió la memoria, se divorció, dejó de comer e incluso dormía en su automóvil y a quien le encontraron en su cerebro pequeños puntos marrones y rojos producto de la que se denominaría por primera vez encefalopatía traumática crónica (CTE).
- FRANK GIFFORD: Ganó cinco campeonatos de la NFL en las décadas de 1950 y 1960 con los NY Giants y aunque murió por causas naturales, su familia emitió un comunicado en 2015 que confirmó un diagnóstico postmortem de ETC por los golpes recibidos en la NFL, uno de los más notorios de la historia cuando el linebacker de los Eagles, Chuck Bednarik, lo sometió a una brutal tacleada en noviembre de 1960, que le provocaron confusión y pérdida de memoria a corto plazo.
- JUNIOR SEAU: En mayo de 2012 la policía de Oceanside, California, lo encontró inconsciente con tiro en el pecho, luego de jugar en la NFL durante 20 temporadas con los San Diego Chargers, Miami Dolphins y New England Patriots. Seleccionado 10 veces All-Pro, 12 veces al Pro Bowl y miembro del Salón de la Fama, después de su suicidio su familia exigió que se examinara su cerebro para detectar signos de ETC. Así fue, por lo que la NFL inició una investigación de 30 millones para explorar y promover la seguridad a largo plazo de sus jugadores en todos los niveles.
EG