Diana Flores creció con un sueño claro: jugar al fútbol americano. Desde pequeña, desafió los estereotipos y las barreras que tradicionalmente han limitado la presencia de las mujeres en este deporte. Nacida en la Ciudad de México, encontró en el flag football la oportunidad perfecta para demostrar su talento, liderazgo y determinación. Su amor por el juego y su incansable dedicación la llevaron a convertirse en una de las figuras más importantes de esta disciplina a nivel mundial.
Su gran oportunidad llegó en 2022, cuando lideró a la selección mexicana de flag football en los World Games. En un torneo lleno de emociones y desafíos, Diana brilló como mariscal de campo y llevó a su equipo a la gloria al derrotar a Estados Unidos en la final. Esta histórica victoria no solo marcó un hito para el deporte en México, sino que también consolidó su estatus como referente en la disciplina. Su impacto trascendió más allá del campo, siendo nombrada embajadora de la NFL, un reconocimiento que le permitió impulsar aún más la visibilidad de este deporte a nivel internacional.
A sus 27 años, la capitalina no solo es una atleta destacada, sino una auténtica pionera del deporte. Su historia es la de una mujer que ha trabajado incansablemente para abrir camino a nuevas generaciones. Su participación en la campaña para incluir el flag football en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 es testimonio de su compromiso con el crecimiento de este deporte. "Es un sueño hecho realidad", ha dicho en múltiples ocasiones, enfatizando la importancia de seguir inspirando a niñas y mujeres a perseguir sus metas dentro y fuera del campo.
Flag football en los Juegos Olímpicos: un nuevo horizonte para el deporte
El camino para que el flag football sea parte del programa olímpico de Los Ángeles 2028 ha sido largo, pero finalmente se ha materializado. La inclusión de esta disciplina no solo representa una oportunidad para que más atletas brillen en el escenario más importante del mundo, sino que también valida años de esfuerzo de jugadoras y promotores del deporte. Gracias al impulso de figuras como Diana Flores y el apoyo de la NFL, el flag football ha dejado de ser un deporte de nicho para convertirse en una plataforma de igualdad y desarrollo.
Con presencia en más de 100 países y con miles de jugadoras activas, este deporte sigue creciendo de manera exponencial. La entrada a los Juegos Olímpicos marca el inicio de una nueva era, en la que las atletas podrán aspirar a la máxima gloria deportiva. Para ella y todas aquellas que han luchado por este momento, el sueño apenas comienza. Ahora, el desafío será mantenerse en la élite y demostrar que el flag football llegó para quedarse en el escenario internacional.
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