La tenista japonesa Naomi Osaka, que el pasado sábado alzó su segundo título del Abierto de Estados Unidos, anunció el jueves su renuncia a jugar el torneo de Roland Garros por un problema físico que arrastra desde hace varias semanas.
"Desafortunadamente, no podré jugar Roland Garros este año. Mi tendón de la corva todavía está adolorido, así que no tendré suficiente tiempo para prepararme para la arcilla", escribió la tenista en su cuenta de Twitter.
Osaka tuvo esta lesión durante las semifinales del torneo Premier de Cincinnati, disputado en Nueva York como antesala del Abierto. Osaka renunció a jugar la final de este torneo pero pudo después competir en el US Open y alzar el título en la final del sábado ante la bielorrusa Victoria Azarenka.
DURA BAJA PARA EL TORNEO
La número 3 del ranking de la WTA, dijo que esta vez los dos torneos llegaron demasiado cerca el uno del otro para ella. Sobre las escasas dos semanas que separan el final del US Open y el arranque de Roland Garros, reprogramado este año al 27 de septiembre por culpa de la pandemia de Covid-19.
En el Abierto de Estados Unidos, Osaka jugó todos sus partidos con un amplio vendaje en su pierna izquierda que no le impidió desplegar un tenis brillante que le llevó hasta la final también ante Azarenka, en la que remontó un set inicial en contra (1-6, 63-, 6-3) y alzó el tercer título ‘Major’ de su carrera.
Osaka también atrajo la atención en Nueva York por su activismo contra la violencia contra población negra en Estados Unidos, luciendo en cada uno de sus partidos una mascarilla con el nombre de una víctima emblemática.
IY