Alex Aguinaga y Efraín Cuchillo Herrera compartieron una de las épocas más gloriosas del Necaxa. Uno como símbolo del medio campo y el otro consolidado como un feroz defensa central. Las historias entre ambos pueden llenar un álbum de colección. Pero el ecuatoriano eligió una, en una entrevista con TyC Sports, que reveló la personalidad de su amigo.
Ocurrió en los años 90, en medio de una concentración de los Rayos. Herrera argumentó estar enfermo y no poder trabajar al parejo del equipo. Aguinaga, como sus compañeros, entendieron la situación y respetaron la postura de Cuchillo para no correr riesgos. No esperaban, sin embargo, que por esos días peleara también Julio César Chávez, el gran campeón mexicano, en la ciudad de Las Vegas, Nevada.
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Con la ausencia confirmada de Herrera, los Rayos siguieron su preparación y volvieron al hotel, después del trabajo. En la tele, la pelea de Chávez se robaba la atención. De pronto, ante cientos de miles de aficionados, Cuchillo apareció al lado de su compadre, arriba del ring, cargando su cinturón de campeón.
“¿Pero qué hace éste allá? Todos nos reíamos. ¡Es el Cuchillo! No lo podíamos creer”, confesó Aguinaga, después de considerar al zaguero mexicano como el compañero más fiestero que tuvo en su carrera profesional. Chávez ganó esa noche, según recuerda el ecuatoriano, pero Cuchillo no se salvó de la reprimenda.
AAH