Lionel Messi adelantó su llegada a Barcelona y aterrizó este martes en el aeropuerto de El Prat, acompañado de su esposa y sus tres hijos, luego de pasar varios días de vacaciones en su natal Rosario, en Argentina. Pendiente de su equipo, la ‘Pulga’ desempacó y se trasladó al Estadio Camp Nou para apoyar a sus compañeros en el partido contra el Eibar.
Con molestias en el tobillo derecho, motivo por el cual el técnico Ronald Koeman le dio permiso de ausentarse de la concentración del Barça, Messi quedó fuera de la convocatoria y se perdió un nuevo compromiso de la Liga española.
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El argentino se ubicó en las tribunas y siguió las acciones desde ese punto, en compañía de Pepe Costa, Sergi Roberto, Jordi Alba y Ansu Fati. Celebró el gol de Dembélé, con el que los blaugranas empataron el marcador 1-1, y compartió puntos de vista con sus compañeros en el correr del juego.
Tras una noche sin suerte para el Barça, el Eibar logró quitarle un punto como visitante. Eso trajo como consecuencia la reacción de Messi, quien no pudo ocultar su decepción por el nuevo traspié del equipo y se retiró del inmueble movimiento la cabeza de un lado a otro, en señal de reprobación.
Los blaugranas cayeron a la sexta posición de la Liga española y, en caso de que el Atlético de Madrid se imponga mañana al Getafe, quedarán a 10 unidades del liderato luego de lograr sólo 20 de los 45 puntos posibles.
AH