El Bayern Múnich conquistó el título del Mundial de Clubes, luego de un polémico gol contra Tigres. Con ayuda del VAR, el árbitro Esteban Ostojich concedió el gol del triunfo a Benjamin Pavard, descartando un fuera de juego, pero no considerando una mano de Robert Lewandowski en la salida ante Nahuel Guzmán.
Los aficionados de Tigres, golpeados por la derrota, denunciaron que la mano se convirtió en una pelota a modo para Pavard y que significó el único tanto del juego. El silbante se tomó varios segundos analizando la jugada, con el objetivo de descartar una posición adelantada, no así un contacto con la mano.
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De ahí que los reclamos cayeran en cascada en el mundo de las redes sociales. Principalmente, por el resultado final del partido. Incluso en la ceremonia de festejo, el portero Nahuel Guzmán fue a buscar a Lewandowski para preguntarle si había utilizado su extremidad para tomar ventaja.
Lewandowski le dijo que no, que desconocía lo que le estaba diciendo. Así lo captaron las cámaras de televisión en la entrega de medallas. Entre reclamos y un gol con polémica, los regiomontanos firmaron el mejor desempeño de un equipo mexicano en el Mundial de Clubes, disputando la final con el campeón de la Champions League.
AJ