A Luis Miguel Rodríguez le dicen ‘El Pulga’. No porque sea un homónimo de Lionel Messi, la estrella mundial del Barcelona; sino por chiquito, por ser escurridizo y tener una técnica envidiable. El apodo puede tener coincidencias de ese modo con el capitán del Barcelona, pero Rodríguez juega en Colón de Santa Fe, uno de los clubes modestos del futbol argentino, y ahí juega y vive como 10.
En el inicio de la Liga Profesional del balompié local, su equipo derrotó por 3-0 a Central Córdoba en Santiago del Estero. Hasta ahí, nada parece tan extraordinario para equipo superior ante su rival. Sin embargo, ‘El Pulga’ hizo todo lo que quiso antes y después del partido. En el campo, marcó uno de los tres goles y fue determinante para los dos siguientes.
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Los focos apuntaron a él en los regates, las aceleraciones y los festejos. Pero también antes de que empezara el partido, en la foto entre capitanes y árbitros que suelen tomar los camarógrafos previo al silbatazo inicial.
Ahí, ‘El Pulga’, como crack, hizo de las suyas. Actuó con normalidad en la pequeña ceremonia y, al observar que la pelota estaba cerca y el árbitro Mauro Vigliano tenía las piernas abiertas, realizó un ‘caño’ que sorprendió al resto de la terna arbitral. Esas cosas, dicen los entendidos, tienen los jugadores diferentes. Y Rodríguez es uno de ellos.
AH