Una invasión de aficionados, con puñetazos y corridas sobre el terreno de juego, obligó la suspensión del partido entre el Olympique de Marsella y el Niza, en un futbol de Francia que sigue esperando la presentación de Lionel Messi con el París Saint-Germain.
Todo ocurrió en el minuto 74, con el encuentro 1-0 a favor del Niza. Los aficionados locales habían estado lanzando objetos en los minutos previos al silbatazo inicial, pero en ese momento Payet, el 10 del Marsella, perdió los papeles y devolvió uno de los proyectiles hacia la tribuna.
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Entonces, la facción radical del Olympique explotó y empezó a destruir todo lo que hubo a su paso, tratando de saltar al campo para agarrarse a golpes con Payet y el resto de los jugadores.
La seguridad quedó rápidamente superada en números y, como consecuencia, varios los hinchas radicales quedaron mano a mano con los elementos del Marsella, intercambiando golpes, empujones e insultos al aire.
El técnico del Marsella, Jorge Sampaoli, también quiso meterse en el lío -aunque fue detenido por su cuerpo técnico- y pidió a gritos que las autoridades tomaran acciones severas con los rijosos.
Mientras todo se calmaba, los equipos se retiraron a los vestuarios y el partido permaneció detenido por varios minutos.
La violencia persigue al Olympique de Marsella
En la primera jornada de la Ligue 1, el equipo dirigido por Sampaoli derrotó 3-2 al Montpellier, de visitante, tras ir perdiendo 2-0, y sobre el final del partido se vio una situación similar, aunque de menor gravedad.
Las acciones se suspendieron, porque los aficionados locales lanzaron proyectiles al campo. Luego de que se calmaran los ánimos, se completaron los minutos que faltaban para el final.
AJ